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jueves, 19 de diciembre de 2024

 

ARVAS DEÑL PÙERTO Y BUSDONGO EL PUEBLO DE ORIGEN DEL GRAN FILOLOGO

 MENENDEZ PIDAL

 

Mi vocación primordial era la de medievalista pero los hados me llevaron por otros caminos hasta derivar en periodista. Fui novelista serendo de vocación tardía y pegado a la pared de mi escritorio tengo un retrato de don Ramón Menéndez Pidal sentado en lo alto de una roca de las montañas asturianas, creo que era Arvás de donde radicó su familia aunque él nació en Coruña. Cuando camino del puerto Pajares me detengo al pasar, canto una salve en la colegiata de Arvás reconstruida por su hermano menor. Era un monasterio cisterciense. Arva plural de arvum o Arvás designaban los romanos a lugares de pación entre montañas. En la foto don Ramón mira pensativo hacia los valles y quizá esté pensando en que aquí sonó la primera gaita del romancero, la literatura coral, de los juglares que promulgaban las gestas de los caballeros, toda esa épica en que se fraguó nuestra nación en cuaderna vía los versos asonantes. Verdaderas obras de arte compuestas por poetas que no firmaron con su nombre pues eran cantares del pueblo. Esta anonimia, el realismo feroz, la sobriedad, el espíritu moralizante del Cantar del Mío Cid creo que forman parte del espíritu nacional. O mejor dicho formaban puesto que la España del Conde Olinos o de Altamara que canta Joaquín Díaz inspirándose en la obra de Menendez Pidal nada tiene que ver con esta España ramplona. Se ha instalado la cleptocracia. Esto es un sinvivir de políticos que roban, reyes putañeros, periodistas mendaces, y literatos que no valen un real. Los Koldo, los Avalos, los Sánchez, los Feijoo, Abascal y demás cuadrilla. Es una España que se encuentra a años luz tal vez desintegrándose de aquella que estudió profusamente el gran erudito a quien yo oí hablar poco antes de morir, ya centenario

miércoles, 18 de diciembre de 2024

 

De su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones” (Jeremías 51:7) “Babilonia, misterio religioso, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”. (Apocalipsis 17:5).

Babilonia, Babilonia, Gran Ramera, la de los incontables prostíbulos, donde rameros y rameras venden sus almas a Mefistófeles con cornamenta, lamiendo los pies a íncubos y súcubos que les succionan su energía; a egrégores que, subidos a sus chepas, encarnan en ellos su vagabundeo astral, su andadura errabunda e irredenta.

Las élites —anunnakis, reptilianas, o la madre que los parió— ejercen su proxenetismo en el Himalaya de mancebías, lupanares, burdeles y mancebías instaladas en redacciones de periódicos subvencionados, en tertulias televisivas masonizadas, en hospitales deshipocratizados, en cuarteles oenegéticos, en hemiciclos bafométikos, en comités científicos que beben las ponzoñas de los pesebres globalistas, en tribunales sin juicio, en terrazas donde la masa letárgica se bebe su catatonía.

En Babilonia la Grande, en La Gran Ramera, en la Gran Prostituta se vende la dignidad, el honor, la honestidad, la ética, el alma, por un plato de lentejas, por el terciopelo del poder, por el burbujeo del sexo, por las palmaditas en la espalda, por halagos lisonjeros, por un trabajillo con despacho, por salir en una foto, por los oropeles de la vanagloria, etc., es una locura manifiesta, y más cuando, por conseguir estas baratijas, nuestras conductas prostituidas dañan a terceras personas, a colectividades enteras, a todo un pueblo.

No me estoy refiriendo a los gerifaltes ensortijados que montan dragones engualdrapados igual que las brujas cabalgan sus escobas, ni a los plutócratas con sombreros de cucurucho que conspiran contra la humanidad en sus siniestros conventículos carbonarios, en sus hemiciclos mundialistas; ni siquiera estoy enviando al Averno a los politicastros que han vendido su alma a a Asmodeo, a Bafomet, y que machacan, arruinan, enferman, matan y esclavizan a la ciudadanía a la que debían servir con tal de sentir los oropeles del poder la riqueza.

Porque los más típicos representantes de esta estirpe de raigambre cainita son los funcionarios del horror, los ejecutores de los siniestros planes de las élites globalistas, los correveidiles de sus superiores bafométicos, lameculos que, con tal de chupar las golosinas de un trabajo, venden su alma a cambio de un plato de lentejas y un ropaje con lentejuelas, con el que salir chulos en las fotos. lacayos

Sí, son los lacayunos extasiados con las alharacas de poder, con el ramoneo de prebendas en los enmoquetados salones de la élite luciferina; son los chupópteros, lameculos, tiralevitas, sacamantecas, mercenarios, sicarios, esbirros, sayones, matones, verdugos, alguaciles, ministriles de la satrapía del NOM, de las élites plutosatánicas creadoras de plandemias, de guerras, de ruinas económicas, de climodemias, de dictaduras infernales; traidores que habéis prestado servil obediencia a los gerifaltes del Averno, que colaboráis en esta checa gigantesca donde se nos somete a una tortura brutal con el fin de que aceptemos sin rechistar mortíferas vacunas, huellas de carbono, ciudades-prisión, inteligencias artificiales, radiaciones letales, liberticidios sin cuento…

Es así como periodistas, mandos militares, jueces, políticos, meteorólogos, médicos, científicos y funcionarios de toda calaña mienten, roban, engañan, oprimen, esclavizan, e incluso matan; es así como cumplen sin rechistar órdenes que atentan contra los derechos ciudadanos y contra la misma vida, convertidos en lobos para el pueblo al que juraron proteger, sanar, informar, y dirigir.

Milicianos infernales que se escudan en esas tres perversas palabras bajo las cuales se han engendrado todas las dictaduras: «Solo cumplíamos órdenes». Y esas órdenes les dicen que repriman al pueblo, que mientan creando colosales Himalaya de mentiras, que apliquen a la población medidas sanitarias perjudiciales que quebrantan salud, que arruinen países enteros a base de confinamientos y medidas despóticas, que cierren las ciudades para confinar a los rebaños en las nuevas checas; que nos inciten a comer bichos, a chatarrear nuestros coches; que nos obliguen a pagar por el carbono que emitimos, que nos fumiguen incesantemente…

Sí, les ordenaron esas cosas, y ellos, todos a una, obedecen sin rechistar, aunque saben de sobra el mal que están haciendo a sus semejantes y a ellos mismos, ignorantes de que la guadaña que alzan en alto también caerá sobre sus cuellos, de que también probarán el horror tecnológico y las hambrunas… porque el meteorito del NOM también les aplastará a ellos y a sus familias.

Acabamos con una cita del distopicador George Orwell, dirigida a los periodistas, pero que se puede aplicar también a todos los colectivos que vendieron su alma a quien yo me sé, como siniestros Faustos: «Ante todo, un aviso a los periodistas ingleses de izquierda y a los intelectuales en general: recuerden que la deshonestidad y la cobardía siempre se pagan. No vayan a creerse que por años y años pueden estar haciendo de serviles propagandistas del régimen soviético o de otro cualquiera y después pueden volver repentinamente a la honestidad intelectual. Eso es prostitución y nada más que prostitución».

Canal de Telegram del autor: https://t.me/laureanobeni

Canal de Youtube: https://www.youtube.com/@grandecaballero

 AMOR CRUEL. ME PASÉ UNA NOCHEBUENA LLORANDO. NO ME DEJARON VER A MI HELEN EN LONDRES. ¿NO FUIE AQUELLO TAMBIEN VIOLENCIA DE GÉNERO? GRACIAS A DIOS SOBREVIVÍ Y ME BEBÍ MIS LÁGRIMAS











Fed up with Dickens

















Weihnachten is over; today is Christmas’s day, tomorrow Boxing Day, hieri or yesterday Christmas’s eve. I am greying, getting old, dear friend, but young is my spirit, the spirit of Christmas present the spirit of Christmas past… What future ahead’?









Nationalism is the last refuge of the rascal, according to Dr. Johnson. Now vagrants, impostors, scoundrels are at large and eat and drink everywhere. Like Arturo Mas and his cronies. They are snatching from us Spaniards the dinning table. Nos estan quitando el comedero, chiquitos. ¿Tú cómo lo ves?









At that respect all Dickens proclaimed Englishness with round vowels, pinkness and pettiness, a chip on the shoulder, certain mistrust for foreigners. But his books as solid as the rock of Gibraltar, solace of many, become a kind of feast of British patriotism, but in a commercial version. His genius converted the old roman Saturnalia, the feats of the undefeated sun into profit. Money, money, money. The sweet smell of currency matters. Look after the tanner’s cause the pounds look after themselves. Money, money, money. The rest is humbug.









I remember one chilly and brief – sunset very early afternoon- entering onto a church in Chelsea on Christmas Eve for vespers 1973 I was cold and lonely trying to offer my Christmas PRESENTS TO MY DAUGHTER Helen then three years old but she had been declared ward of court and my ex forbad access. I was in tears and desolate . A parson in the altar with garments like the Roman Catholic since it was an Anglican High Church recited hymns reading from the Prayer Book with a voice monotonous, allaying pain and fatigue. One old lady dressed in a hat and me were the only members of the congregation. Mr Dickens also was, I figured, there lying in state at that funeral Mass of Xmas with his long frock, his hirsute chin beard his deep and supercilious regard and the wave like a coronet of his receding hair. He gave us a Christmas lesson and carols full of sentimentality and moralina.









We heard the knoll for a civilization. Time past Outside Santa Klaus en passant sitting in his sledge singing jingle bells. Regent Street appeared full of last minute Xmas shoppers but they were locals. I saw yesterday the same Rush hour via Sky News.









The same frenzy than forty years ago but among them there were hardly any Whites. All of them were aliens from overseas, Asian, Chinese, Negroes, a real multitude since England is as overcrowded as ever but the UK is going to have an ethnical problem. And that is out of the reach for the famous English writer. Charles Dickens dealt on many a book of the ethical problems caused by the industrial revolution.









Baodicea has ceased to be blond and nacre. The mother-of –pearls of nations is pearl no more. What happened to my English roses?









My Xmas present has little to do with my Christmas past…Scrooge, usurer. Money lending, today as in the old day and there is Bolin and Guido’s crooking noses, baldness, tax inspectors. Calvinism because life is profit humbug… little tiny Tim… money lender Ebenezer, The Griper. A Jack the Ripper of the underdog… no time for soppiness.









Dickens is a faded old portrait of those old London days with his goat beard and his rising pen to make a point… great expectations and nothing happened in those imperial days. Dickens like Christmas is a bit on an anticlimax.









You just jumped to the double decked bus in Holborn you hear the voice of the woman ticket collector wearing trousers the bonnet of London transport big smile and a voice thin as a lark fresh her face as a cucumber… tickets please, where are you gong love?… Highgate cemetery. I think you tool the wrong bus. You don’t want to visit the tomb of Marx do you?









But I looked at the lady conductor: her trousers seemed worn out too many ups and down the snail staircase of the omnibus, her lips a perennial smile on a haggard face, and a constant Woodbine… those days you could smoke in the public transport and all of us were chained smokers an here we are keeping cancer at bay.









Some of them were friendly other looked inimical like the back if bus. Tickets collectors moved through the streets of London over the hood of the double decked bus chirping as larks. They remainder me of the battle of Britain and a world at war widows and girl friends of the soldiers and sailors at sea… Trümmer frauen und Trimmer Literature because II W.W brought many casualties too many men died in the trenches.









Europe not America was the big scenario of the confrontation. A new era sprang and Baodicea took the axe and speeded her chart. Put a spike in Baodicea´s wheel. Women job the labour market. England became suffragist as they ceased as cooks in the kitchen, no children no church. Three big C and three big questions. They started to have a room of their own. Who is afraid of Virginia Woolf? I do not want to breed like a rabbit they said. Free love precompiled had a stumbling block in the old morals. A room of my own a body of my own. I am my own boss of myself. Do as you please. Abortion? When I feel like it. The motto this is a mens world evolved upside down. Nos hemos puesto la camisa del revés. It was the other way round. Inverted cross-subverted values upturned todo está patas arriba. Subversive attitudes. Men developed a complex and it was the complex of the eunuch. No patriarchs any more just mere drones of the beehive. Sluggard and idle cuckolds, the wife of Bath laughed ant the gay midwives of Windsor gossiped… we are women and we are burrows taking good husbandry to the gallows. Riñen las comadres y dicen las verdades. Más va en la comadre que en lo que pare. Life became a bit unbearable in a continuous Gossip’s Thursday (jueves de comadres) or the constant eve of Shrove Tuesday. Todos los dias es carnaval and every Wednesday mere ash. Memento homo quia pulvis es. De un polvo viniste y a un polvo vendrás. Ellas tomaron la delantera. Ahora tienen la sartén por el mango. But Dickens was a great big bore. I could not stand his copious and voluminous books redundant in periphrasis. A periphrastic author prone to rhetoric and understatements he was. That is what the British like: to be clever with words. Masters of the double meaning. He was the herald of the industrial revolution. As such he does not write. He preaches. The delegate of the shopping centre, the penny novel, children working 16 hours down the pit for meagre wages, the malls, the Noel Tree, a pretext to banal and Saturnalia.









Stuff yourself with turkey and pudding and put your sweet memories in the oven, his Christmas spirit presents a programme of the capitalist idea in triumph. Money, money. Life is business. He deprived the 25th December of its authenticity projecting Xmas as big commerce tinted with a soft and lubricous sentimentality. The Christ mass became a mess, then. I did not digest ever a book like a Tale of two cities, nearly thousand pages of thick prose









A shoddy writer somewhat declamatory and lachrymatory he killed the golden eggs hen and he died exhausted. He is unpalatable and indigestive novelist nowadays. Yes, I am fed up with Dickens, Es un poco pavisoso como esos críticos que escriben en el Cultural del País o del ABC. ¿Qué pretenden demostrarnos con tanto incienso. Que saben inglés y orgullosos de su grado en anglística lo pasean por la habitación pero estos majaderos saben poco inglés y se expresan en un mal español. I am fed up with Dickens whatever you say.



















Publicado por PREFERENS en 7:12        

domingo, 15 de diciembre de 2024

 

LA ESCRITURA ES UNA MASTURBACIÓN MENTAL EYACULAS RECUERDOS

 ABUELO BENJAMÍN

El abuelo Benjamín era otra cosa. Casi fue el que me crió en la aldea de Fuentesoto pueblo también románico con una vega triunfal camino de los monasterios de Cardava a la cual se asomaban los somos, cañadas y eriazos. Por lo menos no me tiraba piedras cuando pisaba sus viñas que el otro estuvo a punto de deslomarme de un cantazo. Aquellas vivencias hicieron de mí un escritor, acaso un escritor iconoclasta y a redropelo del sentir general. Mala cosa llevar la contraria pero yo siempre me mantuve en mis trece seminarista fracasado pasado por el filtro de la literatura pero mi alma se moldeó en aquel seminario cuyas vivencias rememoro cuando estoy aquí postrado en la cama del hospital recién operado de la próstata. Las ideas se agolpan, quieren salir a toda prisa, pues siempre pensé y escribí a gran velocidad y me aturullo me atasco y pierdo el anhélito, vuelve el ritmo pero mi vida es un eterno combate con las ideas y los formularios volcados en palabras, angustia vital, desazón, vértigos, el vértigo del escritor que sólo se cura pufando pipadas de humo o camino de la despensa, somos propensos a criar carnes, la furia del español sentado en su sillón que se desgañita contra la injusticia contra esto y lo otro. Extraño mi cachimba que ha sido compañera de mis largas vigilias, mi ametralladora, mi “novia” y mi tormento, que a veces no me deja ni respirar. Saltan las imágenes de un lado a otro, se enredan las palabras. Viene Maite la dulce enfermera. ¿Cómo estás, cariño? Quisiera fumarme una pipa, no se puede, corazón. Dentro de un rato vendremos a hacerte una extracción, más tarde la compañera te tomará la tensión. La urraca del patio central faltaba poco para acabar de construir su nido. Las noches se hacían largas e insomnes. A la madrugada el diligente córvido seguía su labor. Pronto te darán de alta. Esto no ha sido nada. ¿Nada? Un cáncer, hoy el cáncer si se coge a tiempo es curable. Más duro lo tenías si fuese de pulmón. Era lo que temía yo, pero el tak que me hicieron revelaron que estaban limpios. Soy un fumador empedernido. El vicio lo cogí a los catorce años con un mataquintos que sabía horrible. Me vio mi padre que venía del cuartel y apagó la targanina de un sopapo. Zas.

Ando en desacuerdo con Andrés Laguna autor desconocido y al que yo he descubierto como autor críptico del “Lazarillo de Tormes” gloria inmortal de la novela picaresca y que he sacado de pila librándole del anonimato de siglos, que dijo:

 ─Se escribe por la honra pues la fama es la orla de la artes.

No, señor, hoy se escribe para echar los demonios fuera, lanzar pestes contra los nazis y los judíos que pueden ser consistentes en el mismo perjuicio los extremos se tocan la serpiente cambia de piel. Eso de ser escritor famoso debió de ser antaño, hogaño el vulgo vierte suspicacias sobre nosotros. Nos mira mal. Somos delincuentes y nos desprecia o nos compadece como enfermos bipolares, o adictos a un vicio tan inconfesable como el onanismo. Escribir consiste en masturbarse con palabras y eyacular proposiciones y asuntos que no son de recibo. La gente lo que quiere es que la dejen en paz, que no la vengan con historias. Tú no te pases, mira lo que te digo. El escaparatista de Arévalo un martes de mercado me largó está pregunta a bocajarro:

─¿Sigues escribiendo?

─Sí

─¿Y te la meneas?

─¿Por qué no?, de vez en cuando

El librero Gomis un tipo un malauva el cual me ha maltratado, timado y puesto en berlina todo lo que ha querido me recibió con una frase que es todo un dardo al bandullo de un poeta.

-Tus libros no se venden, deben de ser muy malos.

-Si no los pones en el escaparate y los tienes ocultos en la sacristía ¿cómo se van a vender, cacho cabrón?

Le hubiera dado al librero de lance un garrotazo en los hocicos pero no estaba de nones sino de pares. Por lo demás buenas tragaderas he. En una bella mañana de octubre no merecía la pena meterse en reyertas con un hijoputa. Escribir es llorar larra dixit hay que estar dispuesto a ser crucificado y coronado de espina cuando no de gargajos como le ocurrió a Lázaro de Tormes en la novatada de Alcalá. La desconsideración la mala educación y el morbo visigótico o envidia es ek estigma de esta nación. Tengo que confesar a mis detractores para que se calmen y no se pongan nerviosos que yo solo emborrono papel para dejar de fumar o el que se divierte con papiroplaxias, o pintando monigotes. Así nos las van a dar todas en un carrillo.

El abuelo benjamín era otra cosa. Sólo me pegó una vez con el cinto. Habíamos ido a melones y nos pilló el guarda Melares, quien a la noche se presentó en casa y dijo tu chico fue cogido in fraganti haciendo destrozos en la finca de la tía Piquilaya. Son cinco pesetas de multa. Ah si, bajate los pantalones, chiquito. Diez vergajos con la correa ni uno más ni uno menos. Desde entonces no se me ocurrió ir a melones, ni a peras, ni a sandías. Fueron los chicos del pueblo que me malmetieron y yo inocente de mí caí en la lazada.

 

Era tan inocente que me creía todas sus infamias. El Pedrete el del tio herrero, el Elpidio, el Agustín mi primo hijo del sacristán y su hermano el Maudillo, el Micha hijo del sastre que era tan pequeño que no podía con las albarquillas, el Julián el de la tía Pilar y el tío Pedro Sancha pero el más cruel de todos era Pedrete. Fue el que me encomendó la tarea de asaltar el melonar de Piquilaya.

─Entra ahí en eso, segoviano, y arramplas con un par de melones.

─Tengo miedo, mi abuelo me dice que hay que respetar lo ajeno.

─Tú ¿miedo? Eres hijo del sargento Parra.

─Yo no tengo miedo a nada

Y salté la cerca. Fue entonces cuando vi venir al Melares pegando voces y juramentos apuntándome con su tercerola. Del canguis que me entró se me cayeron los melones del regazo que no estaban maduros, eran badeas. Los otros habían puesto pies en polvorosa, me dejaron solo como siempre. Por las orejas y yo llorando como una magdalena aquel esbirro me condujo al cuartelillo, vino el juez de paz el tío Bernardo. ¿Qué ha hecho el chico? Robar melones. Vaya una educación. Que se avise al tio Benjamín Galindo. Mi abuelo el pobre estaba avergonzado y corrido de mi “hazaña”. El juez de paz era su amigo. Eran quintos, él, el tio Dominguín y mi abuelo. Nacieron en 1885. Se ufanaban de ser quintos del rey Alfonso XIII.  sentabanse en un banco de honor en el presbiterio durante las ceremonias religiosas. La noche que recibí la somanta de palos con la correa del abuelo era una noche de luna lo recuerdo bien. Al otro día tomamos el coche de línea y para Segovia.

─No podemos contigo. Así que te mando a tu padre a que te dome.

Cuando regresamos a Valdevilla la colonia militar donde vivimos mi madre me recibió con la zapatilla. Asi te comportas, dijo y me puso el culo como un tomate. Yo no tuve la culpa fueron el Pedrete y el Agustín los que me mandaron asaltar la cerca de la tía Caya. ¿Robar? Vaya un hijo. Traté de escapar y anduve perdido por los peñascales de Valdevilla recorriendo los andurriales del río Clamores llorando mis desdichas, esta vez temiendo la correa de papá. Venida la noche, llamé a la puerta de la casa que era verde y de madera de pino con mucho tiento y sigilo. Me estaban buscando. Mandó mi padre al machacante por ver si me encontraba. Pero en vez de la correa fui recibido con besos y abrazos. El sargento Parra saltaba de alegría. Hijo, hijo.

¿Por donde te has metido, donde anduviste? Tu madre y yo creíamos que te había ocurrido algo. Me senté a la mesa. Huevos con patatas fritas. El abuelo había traído un clarete que pasaba bien al cabo de tantos sinsabores por culpa mía.

─Bebe, Silvino.

─Gracias, señor suegro, de hoy en un año.

Y tentó la bota embelesado con un largo trago. Por la provincia de Segovia los casados llaman al padre de su mujer “mi señor”. El chico es un poco mostagán pero hay que meterlo en vereda. Hay que llevarle al seminario. El dictamen del abuelo se cumplió al cumplir yo once años. Había habido muchos curas en la familia. Estaba don Linos pariente suyo que ejercía el arciprestazgo de Calabazas, el P. Galo que se fue de misionero al África y nunca se volvió a saber más de él o don Priscilo cuñado suyo nombrado por oposición canónigo magistral de la catedral de Burgo de Osma. Tanto los Parra como los Galindo tenían fama de beatos y no existen dudas de que esta veta tan clerical y bíblica les venía de su ascendencia.

Aquel rincón extremo de la provincia segoviana había sido repoblada por moros y judíos y se produjo el milagro de que Alá, Moisés conviviesen en plena armonía practicando usos y costumbres ancestrales, ritos, intercambiables, diciendo ojalá cuando les acuciaba un deseo de que algo ocurriese, o pronunciando el nombre de Jesús al estornudar al besar el pan cuando la hogaza se caía de la mesa

 

domingo, 8 de diciembre de 2024

 RUSIA HONRA A SUS HEROES DE LA GUERRA PATRIA LA GRAN CARNICERÍA


 

Nueve de mayo en Moscú y todas las Rusias  son un estallido de colores, y el flamear de las banderas de San Jorge un lazo negro y granate en todas las solapas. Es un modo de conmemorar la gran "carnicería": veintisiete millones de rusos y casi otros tantos millones de alemanes que perecieron en la segunda guerra mundial.  Vidas truncadas en plena juventud. Las naciones vuelven a andar al copo pero nos sorprende la ignorancia del vulgo vulgar que mira para ese presidente yanqui al que le cuelgan los cojones y las corbatas. Pocos saben que aquella hecatombe respondía a un organigrama de las fuerzas oscuras atacando desde el Este y el Oeste hasta la entrada de los ruskis a sangre y fuego y en medio de una tormenta de balas en la cancillería del Reich: Hitler, Stalin, Churchill, Roosevelt y los representantes de la gran banca. Jaque mate a Europa querían llevarse la blanca doble el gran epicedio las nenias se desgarraban plañideras las vestiduras pero qué hacia el otro dila Netanyahu (empiezan a llamarlo Satanyahu los comentaristas) en la gran parada de mayo viendo desfilar a los acorazados de los grandes regimientos. Este año conmemorativo del 73 aniversario (los rusos pueden ponerse pesados cuando hablan de la guerra patria) estuvo dedicado al "polka bezmiernii" ▬ el regimiento inmortal ▬.

Hagamos un juego de palabras: Don Benjamín viendo el desfile desde la tribuna estaba tarareando una polka, y polka en ruso quiere decir regimiento y de ese nomenclátor viene el famoso género musical.

Al día siguiente los cazas israelíes empezaron a golpear duro en Siria, que es precisamente el feudo donde Putin y Er Assad han derrotado al terrorismo. Esto no se comprende. Honor y gloria a los caídos. Slava, gloria, pues.

Los rusos son el ejemplo de un patriotismo frío congruente y humano de todos los patriotismos pero la presencia del líder israelí en la gran parada no se comprende. Parece una historia de Jekyll y mister Hyde. Doble lenguaje. Double talk.

Putin es un buen ajedrecista como todos los del KGB pero no se entiende nada de lo que está pasando. Estamos a oscuras y a merced de las fuerzas tenebrosas que han regresado a la tierra para quedarse al cabo de algo más de medio siglo sin bombas atómicas. Deben de ser misterios del alma rusa. ¿Estaba el verdugo de los treinta millones de muertos en el funeral

 UN PAIS DE CAMAREROS Y DE TURISTAS DE ALUBIÓN

 

Cuatro € por una cocacola tres por un café sentado en la terraza al pie de la estatua de comunero, no se podía dar un paso.

El puente de la Inmaculada un pretexto para el turismo en manada y en mi pueblo no se podía dar un paso. Fui a Segovia a dar las gracias a la Virgen  del Perpetuo Socorro por mis ochenta años y a ofrecer a mis nietas. Que las cuide.

La del perpetuo Socorro seguía allí en su camarín del postigo de san Andrés mirando para la Hontanilla sobre su cara de cera soplaban las brisas del Eresma y a mí me parecía que nos sonreía a los cuatro. A Almudena Sofia Carla y a mí. 

Detrás se veían las escalerillas de San Roque, el Corral de los Huesos, antiguo camposanto hebreo, el matadero, la Casa del Jurri y la Gota de Leche. Esto era la judería vieja.

Algo se nos debió de pegar de aquellos ancestros tanta biblia, tanto rezo, sartas de salmos, las dudas y las creencias, pero por un café casi seiscientas de las antiguas pesetas qué judíos se han vuelto los de mi tierra. 

Claro que es de lo que viven y por eso te clavan los muy abusones.

Nos estamos convirtiendo en un país de camareros para nuestra desgracia.

Nada producimos, lo importamos todo. Y para colmo estamos levantando gente puertas abiertas. Medio Marruecos está aquí. 

Al cruzar un paso de cebra de Fernández Ladreda un coche en el que iban unos negros recién desembarcados de la patera toda la pinta de haber robado el vehículo faltó un tris que no me arrollan, son cosas de la globalidad.

¿Qué mano infernal mece esa cuna?

Estamos metiendo al ladrón jifero en casa, no se cansen los bocazas de proferir loas a los derechos humanos.

La caridad bien entendida empieza por uno mismo y veremos lo que la desepañolización da de sí… dice el refrán metí un ratón en mi cillero e hizose amo del granero.

Los de Segovia lo sabemos bien que no hay peor cuña que la de la misma manera.

Los actos de la celebración del cuarto centenario de la Reina Católica han discurrido con sordina como con temor y sin demasiados alardes.

 Subiendo de la Fuencisla hacia el Camino Nuevo me detuve ante el que dicen cementerio judío que ofrece un aspecto semi abandonado. 

Pero no recé un kadish por los difuntos y este estado deplorable tiene una justificación las matanzas de Gaza, el fantoche de Zelensky un tipo sanguinario lo mismo que Netanyahu el sacamantecas no son bien quistos en esta plaza aunque murmuren alabanzas con la boca pequeña para no incurrir en el anatema de antisemitas. 

Es el propter metum judeorum de los de abajo mientras los de arriba se deshacen en elogios a esos carniceros judíos que quieren acabar con la paz del mundo. 

Bueno la cosa viene de lejos. El arcipreste de Hita empieza su maravilloso libro del Buen Amor con esto: “Señor Dios que a los judíos, pueblo de perdición, sacaste de las garras del faraón,  y a Daniel libraste de las zarpas del león, sácame a mi, cuitado, de esta mala prisión” 

Y eso que el bueno de Juan Ruiz era de la raza y conocía el paño. 

Y lo termina con otra frase un poco más alegre: “Como dijo Aristóteles es cosa verdadera por dos cosas trabaja el mundo. La primera era por haber mantenencia y la otra cosa era tener ayuntamiento con hembra placentera”. Dejémoslo ahí

jueves, 5 de diciembre de 2024

 

Posted: 16 Dec 2019 09:42 AM PST

Sánchez Mazas, el escritor al que quisieron fusilar

13 de Diciembre del 2019 - Antonio Parra Galindo (Cuideiru)
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Rafael Sánchez Mazas, "La vida nueva de Pedrito Andía"
Escribir es como rezar, y mis plegarias se adentran en mundos olvidados preteridos denostados. Ahora lo marginal sólo interesa, lo demás es propaganda venal de los padres conscriptos, dígotelo yo, Jáuregui, y a ti Onega lameculos. Los generales de antaño fueron fusilados por los chusqueros y estamos en manos de esta mafia periodística, tengo el corazón en un puño y el alma puro grito.
Pocas generaciones literarias dieron tanto juego, hasta casi el espasmo, como aquel florilegio de escritores falangistas: Mourlen Michelarena, García Serrano, Tomás Salvador, Agustín de Foxá, Tomás Borras. Rafael Sánchez Mazas pertenece al cupo de aquella primera floresta. Su primorosa novela “La vida nueva de Pedrito Andía”, que retrata el primer amor de un educando en colegio de jesuitas. La recomendaba aquel buen padre Penagos en los ejercicios de redacción del seminario de Comillas, curso 1959-60. Se me ha venido al releerla aquel mundo arriba cuando todo anda boca abajo.
Era el año 1959, un otoño mágico. Eissenhower era recibido apoteósicamente por el general Franco y la España de posguerra daba paso a los tiempos esperanzados del desarrollo económico. Rafael Sánchez Mazas, un aristócrata vasco con palacio ducal en Extremadura, fue el primer ministro de Cultura en el primer gabinete después de la Guerra Civil. Fue uno de los grandes corresponsales que firmaban crónicas en el “Arriba”. Narró el ascenso de Mussolini, le sucedería Ismael Herraiz para contar la caída del régimen fascista, Italia fuera de combate. Sus crónicas eran magistrales, al unísono con las de Eugenio Suárez, el cual, desde Budapest, refirió para todo aquel que quisiera leer en libertad la destrucción de Hungría por los tanques rusos y los B52 norteamericanos. Como contó la verdad Eugenio Suárez, hoy es un autor descatalogado, lo pusieron fuera de combate los manigeros de la información en su avidez por ubicar a la Historia patas arriba, pero los hechos de la vividura de estos periodistas de la Prensa del Movimiento están ahí. Inalterables. Los hechos son sagrados, las opiniones libres, un lema olvidado por los contumaces de las “fake news”.
A mí, en mi modestia, me cupo cerrar el ciclo y echar el cierre a las oficinas de Pyresa, primero en Londres y de seguido en Nueva York, uniendo mi nombre al de estos de eminentes escritores. Aspiraba a ser émulo de todos estos, hoy, ay, fenecieron aquellas plumas galanas. Fuimos los últimos de aquella insigne hornada -last of the breed- en la cúspide de una generación cifra y compendio y modelo para todo aquel que quiera ceñir su existencia al oficio de narrar. Se acabó lo que se daba.
Puede todavía que siga habiendo alguien que lea a Julio Camba o Mariano de Cavia, a D’Ors, Alfonso Barra, Félix Ortega, a Ricardo León, corresponsal en Berlín en 1914, o Eugenio Montes, considerados como pioneros en el oficio de enviado especial.
Rafael Sánchez Mazas fue célebre por otro concepto: hecho prisionero en Madrid y refugiado en una embajada extranjera, consiguió escaparse a Cataluña tras una larga peripecia, pero, aprehendido por los rojos, compareció ante el pelotón de fusilamiento del Ejército republicano. Había poca luz en el paredón de aquel convento cerca de la frontera, sonó una descarga, se hizo el muerto, evitando así ser rematado con el tiro de gracia. A boca de noche y arrastrándose entre las zarzas, consiguió alcanzar una masía cerca de Gerona. Su escapada dio lugar a la gran novela de Javier Cercas (también este fue periodista de la Prensa del Movimiento como redactor de “Los sitios”.)
En una entrevista que me concedió cuando yo era reportero, Rafael elidió referirse a este suceso. Por lo visto, uno de los cabos del Ejército rojo dio la alerta: “Aquí no hay nadie”. Estaba oscuro y todo el Ejército vencido se daba prisa por alcanzar la frontera francesa. La vida de este periodista y escritor fue senda de abrojos. En el capítulo 49 (poder profético de la literatura) parece ya intuir este lance, iba a ser condenado a muerte por fusilamiento, cuando cae por la ventana de un pajar y se lastima con los pinchos de aliagas y zarzas, “entonces suena una voz de alguien que viene hacia él con una escopeta... ¿Quién anda ahí? No dispares, tía... Soy Pedrito... Cuando te toque ir a la guerra serás valiente, Pedrito, le dice la tía... sí; no más.
Clara en la novela revela su amor apasionado por don Carlos VII era... Pero si ya no hay guerras, Pedrito... Lo dicen en la Sociedad de Naciones. … Pues habrá, Pedrito, y a ti puede que te quieran fusilar los liberales, pero saldrás adelante porque eres muy listo...”.
No me cabe duda de que existe algo premonitorio en este pasaje.
Sánchez Mazas era un tipo alto de aspecto semita acérrimo a los principios del Movimiento, fumador empedernido e inasequible al desaliento, tuve la suerte de conocerlo. Venía de la tradición carlista por derecho de familia, pero los Andía se sienten traicionados por los Borbones. Luego los falangistas también lo traicionaron y lo relegaron al olvido.
Fue de los pocos que se abstuvieron de comulgar con ruedas de molino, de los que no subieron al carro del oportunismo. Él no cambió de chaqueta. Al morir, en 1966, sentenció su abandono con esta frase: “Ni perdono ni olvido”.
Su hijo Rafael Sánchez Ferlosio, autor del “Jarama”, recogió el testigo y fue un innovador de la prosa española. Se hizo socialista.
La vida nueva de Perico Andía es un relato bien escrito lleno de candor y de ternura, con referencias a su primer amor, Isabelita, y su amistad inquebrantable con un compañero de clase, José Mari, y la admiración al padre Cornejo, traduciendo a Juvenal y aferrado al báculo del Raimundo de Miguel, aquel diccionario en el que aprendimos latín en aquellos internados de jesuitas.
Se nota el aire vascuence de su autor en frases y giros que salen de debajo de una chapela... Perico, muy cargado vas, pintor o así te has hecho.
El estilo es autobiográfico. Un texto de las entradas de un diario de un adolescente en la edad del pavo y el despertar de sus células en unas vacaciones de verano de 1953. El estilo correctísimo y algo dandy me ha hecho pensar en el Great Gatsby de Fitzgerald, son los locos años 20, pero, sobre todo, me ha recordado la voz carraspeante del padre Penagos, que llegaba al aula con su jovialidad inquebrantable con artículos de periódicos copiados a ciclostil para los temas de redacción. Este libro ha sido para mí una evocación también de mi adolescencia difícil.
Agur jauniak (adiós, señores), que decía mi amigo Aramburu cuando jugábamos a pala.