¿SASTRES VIENEN? AL INFIERNO VAMOS. PEDRO
SÁNCHEZ EN LAS ZAHÚRDAS DE PLUTÓN
Quevedo desplace a Menéndez y Pelayo
En el siglo XVII se produce la apoteosis de
la lengua española. Los conceptistas la visten de corto buscado la frase pugnaz
que deje al aire el concepto mientras los culteranos prefieren escribir largo y
pomposo. El epígono del conceptismo es Quevedo. De los culteranos, Góngora.
Pese a la interacción entre ambas tendencias los cervantinos quedan al margen.
Menéndez y Pelayo escarnece a don Francisco de Quevedo mientras se hace todo
mieles para Miguel de Cervantes un escritor que fue considerado el sumo de la
perfección pero menos atractivo. Incluso los mas férvidos entusiastas
cervantinos jamás habrán leído el Quijote. Entretanto probarán siempre las
mieles del Buscón y del Lazarillo. Quevedo diga don Marcelino lo que se le
antojé supo pulsar los mejores registros del idioma con sus asimetrías sus
antitesis sus exageradas paradojas. Don Francisco nunca se alborota pero pinta
en sus paginas la mejor caricatura del barroco. Cuando se aparta de la
sátira nos sale un místico o un
moralista como demuestra su libro “La política de Dios y el gobierno de Cristo!
O “Vida de Marco Bruto”, en las Zahúrdas de Plutón regresa al humor. Un
retablo de los estamentos sociales en la España de Felipe IV. Dejen pasar a los
sastres. ¿Sastres vienen? Al infierno vamos cuenta con mucha cachaza el
narrador de las zahúrdas una visita al infierno. “Comenzoseme a hacer áspera la
morada y desapacibles los zaguanes, fui entrando con unos sastres recién
llegados que iban medrosos con los diablos. En la primera morada encontramos
siete diablos escribiendo sin parar. Preguntaronme mi nombre, dijele y pasé…
llegaron unos remendones y dijo uno de los diablos deben entender los zapateros
que el infierno no se hizo sino para ellos, según se vienen por acá.
Estamos ante un primer plano de la
escatología católica, una visita a las calderas de Pedro Botero desde las
perspectivas de lo que indica la teología católica sobre los Novísimos y vemos
en medio del fuego del infierno a los sastres cortando el paño a los zapateros
lesna en ristre y a los cocheros meneando el látigo y pidiendo dineros a los
demonios.
En la visita de los chistes vemos al marques
de Villena el nigromante ni palabra mala ni obra buena dentro de una redoma
donde destilaba sus conjuros hecho jigote.
En estos tiempos donde la patraña hace sus conjuros y unos y otros en la
España esperpéntica rinden culto a lo mendaz la lectura de don Francisco de
Quevedo Villegas puede resultar recomendable. Pedro Sánchez parece un personaje
salido de las paginas del Buscón aunque sin la gracia de aquellos pícaros y
perailes. No dice una verdad ni a ciegas y por más que lo aspen. Ahí va por el
mundo luciendo sus chaquetillas cortas que están dejando a España con el culo
al aire.
jueves, 23 de febrero de 2023