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sábado, 26 de enero de 2019

sorda y sórdida persecución a los valores patrios por la canalla separatista y autonomista

UN GRAN ESCRITOR ASTURIANO FALANGISTA NINGUNEADO Y DEVORADO EN EL OLVIDO POR LA VORAGINES PSEUDOLIBERAL SEPARATISTA






DIOS VA CON ELLOS NOVELA DE RICARDO VÁZQUEZ PRADA. UN EXHORTO A LA RECONCILIACIÓN DE LAS DOS ESPAÑAS

A Ricardo Vázquez Prada Blanco lo conocí personalmente en Oviedo. Venía de andar por el parque San Francisco mozo en su "vejentud" ágil y cenceño, son barriga, había jugado al futbol con mi suegro Gabriel Tuya no sé si llegó a estar federado y, como este reportero le expresase su admiración hacia su persona por su labor decana en el periodismo astur (yo acababa de regresar de la corresponsalía de Nueva York y de cerrar la tienda de Pyresa), él me miró sagaz, desencantado y con una punta de ironía “Ya me quedan pocos afeitados, no quiero incensarios” Y siguió caminando casi sin despedirse. Eran tiempos difíciles para “Región” el diario en que creó escuela y que cerraría al poco tiempo.
Han pasado largos años de aquel casual encuentro y esta tarde acabo de vibrar con su gran novela “Dios va con ellos”. Creo que es una de las grandes epopeyas de la guerra civil, de la revolución de Asturias y del cerco de Oviedo.  Ambas contingencias fueron vividas por el protagonista Gerardo en primera persona: la del 34 y la del 36. Surgen por el libro nombres y topónimos escritos con sangre: San Esteban de las Cruces, las trincheras de San Lázaro y del barrio de Santo Domingo, Vallobin,la Manjoya, el Teniente Mayoral, Martín Alonso, el comandante Caballero, el general Aranda, el comandante Tejeiro, todos aquellos héroes laureados y hoy injustamente relegados al olvido.
Al leer estas páginas, se va por la calle Uría pisando cadáveres o se escucha la música siniestra de los oreganillos de Stalin. La artillería republicana emplazada en el monte Naranco disparaba a cero sobre la ciudad sitiada. Los sacos terreros estaban tan cerca una trinchera de la otra que durante treguas se comunicaban los contendientes hablando de las cosas de su pueblo con esa chispa que suele acompañar al carácter asturiano… “vení a nuestro bando, lo estamos pasando bárbaro en casa Anita… pues nosotros no nos falta de nada en Margot champán y todo habiendo champán y mujeres… ¿ES que murió El Gaitero… lo paseasteis vosotros, rojos de mierda… Ya estamos insultando. Los fascistas no teneis remedio. Salud y republica… Arriba España” Con estos saludos se cortaba la comunicación. Silbaba algún pepinazo. Muchos se pasaban. El pueblo que sufría aquella guerra no entendía bien por qué luchaba.
Las tropas de Teijeiro esperaron a las columnas gallegas noventa días resistiendo el cerco. Los rojos no pudieron tomar café en Peñalba, como era si deseo. Las trincheras estaban casi pegando y a veces se escuchaba diálogos sorprendentes a viva voz. Los rojos estaban en san Lázaro y en santo Domingo pero había todas las tardes paseo por la calle Uría desafiando al plomo. En el Paredes, una sidrería ovetense, tomaban vino las diferentes armas y las borracheras eran frecuentes. Gracias al salta parapetos y el aguardiente de garrafón aguantaban los contendientes. El valor de los rojos y de los azules es exaltado en esta durísima novela que cuenta el enfrentamiento entre hermanos. Todos eran asturianos. Había quien hacía a dos paños y jugaba a dos barajas. Los causantes de aquel zurriburri estaban a salvo en sus Bunkers o en sus altos despachos. El general Ochoa concedió un salvoconducto a Belarmino Tomás al cabo de la fracasada Revolución de Octubre. El mandamás comunista salió indemne de aquella y en el 36 fletaron para él un submarino. Tanto Ochoa como Aranda y Belarmín eran miembros de la masonería.
Los mandiles entendiéndose bajo cuerda honoraban al Gran Arquitecto. Con todo y eso lo de Asturias fue un feroz y sangriento diseño. Nos advierte el autor que en una guerra civil pierden todos y sus estigmas durarán mucho tiempo. Esta guerra es injusta llevaremos la desgracia sobre nosotros de aquí saldremos todos derrotados, confiesa el protagonista a su amigo Rodo que militaba en el socialismo.
La trama o anclaje narrativo del libro construido sobre vivencias autobiográficas demuestra una gran pericia novelística. Estilo directo y ameno que nos recuerda a su paisano Palacio Valdés, diálogos rápidos, ambiente vivaz, galanura de estilo y soltura de narración, locuacidad de esfoyaza y cantares entonados al pie de los pegollos del hórreo, y observaciones definitivas de los personajes todos perfectamente caracterizados.
“Dios va con ellos”. El título, que parece inspirado en el lema esculpido en la hebilla del cinturón de los militares de la Wehrmacht "Gott mit uns" (Dios con nosotros) no deja de resultar irónico, porque donde estaba Dios cuando caían las bombas y los paredones de los cementerios se llenaban de muertos, las balas rebotando sobre los sacos terreros. Dicen que hay ocasiones históricas en que Dios se oculta. Puede que aquella fuese una de ellas.
 Vázquez Prada profundo creyente y hombre de derechas que al terminar el conflicto guardó en un baúl la camisa azul se hace esa pregunta durante todo el libro. ¿Dónde está Dios?
Combatió también en Teruel, en el Ebro y asistió como divisionario de la Blau en el Este a la batalla del lago Ilmen. Gerardo en una operación arriesgada pero perfecta en los manuales de espionaje logra pasarse a los rojos una noche de luna para dar muerte al comisario Canales que había violado a su hermana. Siente esa culpa como también la de Danilo al que no prestó ayuda cuando lo iban a pasear a Luarca los nacionales. Le pesa y va a confesarse. El sacerdote le dice que es un pecado matar aunque menos cuando se hace en defensa propia. Al final cuando en París visita a amigo Rodo, fraternidad de armas en el Tercero de Montaña de Coruña, pero diferente filiación política, perece en un ataque terrorista de la OAS. Sus últimas palabras son de perdón y de reconciliación al recibir la Extremaunción de un abate que pasaba por los Campos Elíseos. Ricardo Vázquez Prada, fundador de la Nueva España con Arias de Velasco y Manolín Fernández, estampa en estas páginas el drama del vencedor vencido. Unos se dieron a la bebida, otros se murieron de asco por ahí, pero siguieron firmes en su demanda aferrados al machito. Fueron ninguneados, vilipendiados, ignorados (les cerraron las puertas de los periódicos, les amargaron la vida, pasaron de ser vencedores a considerarse vencidos y las máquinas de las editoriales con el cambio de régimen) y que a pesar de todo fueron la mejor generación baluarte que tuvo este país en el siglo XX. Este texto debiera ser preceptivo en los programas de estudio de las escuelas astures. Para que la historia no se vuelva a repetir. Un aldabonazo a las nuevas generaciones. Estamos cansados de ser yunque al que golpea el pedernal de la intolerancia por vía del pensamiento único y una Memoria histórica sectaria. Fatigados de que no se nos escuche y pasar por los malos de la películas. Gerardo el protagonista se muestra como uno de los héroes ▬Tigre Juan, Ana Ozores, Riverita▬ nacidos de la pluma de excelentes novelistas asturianos. A pesar de haber caído en el vicio de la bebida y a pesar de haber sucumbido en un estúpido ataque terrorista con bomba de plástico cuando paseaba por París. La memoria de Ricardo pervive entre nosotros. Yo siento su presencia cuando voy por las calellas de la Cadellada. Él nos ayudó a entender por qué y vivir cerca de Oviedo.

jueves, 24 de enero de 2019

no abras que son moros UN MILAGRO DE LA VIRGEN EN LORCA














ALFONSO X EL SABIO LORCA Y LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Una fría noche de enero de 1437 llamaron a la puerta de un convento franciscano. Sonaban voces de algarabía y el guardián del monasterio ya iba a abrir cuando se escuchó una voz de lo alto que decía:
▬ No abras que son moros.
Era la Virgen María que avisaba del desembarco de un tropel de piratas berberiscos. Cuenta la leyenda que el rey Alfonso X el Sabio dos siglos antes había conquistado este bello enclave murciano gracias a la intercesión marial. La hueste castellana fue envuelta en una nube con lo cual no pudieron ser vistos por los defensores de la plaza gobernada por un alcalde taifa que rendía tributo al rey de Granada. Por la intercesión de Nuestra Señora creyó este buen monarca hijo de Fernando III el Santo se consiguió esa victoria. Entonces decidió componer en gallego sus "Cantigas a Santa María". He visitado Lorca estos días y me he acordado del Rey Sabio tal y como venía en nuestro libro de historia y lo explicaba nuestro profesor aquel don Ramón alto y hercúleo un verdadero "curón" que daba clases en el seminario de Segovia y oficiaba de capellán del hospicio. Las imágenes de su tiempo nos lo pintan barbitaheño y pelirrojo con unos ojos muy despiertos de intelectual más que de guerrero aunque tengo para mí que la historia no le hizo justicia al señalar que como andaba a la procura del trono del sacro imperio germánico por estar casado con doña Constanza,  reina de Suabia, abandonó las tareas de la reconquista. Y no es verdad porque en Lorca le recuerdan con cariño y en Jerez tiene una estatua de bronce erigida en un patio del castillo. Escribió el Fuero Juzgo que es la norma por la cual nos hemos venido gobernando los españoles ante los tribunales de justicia y sobre todo los Loores de Nuestra Señora que empiezan con aquel verso de "Eya velar, eya velar castillo de los cristianos" etc. De esta tradición arranca la fuerte veneración que siente hacia la Madre del Consuelo, refugio de los cristianos y reina del amparo esta hermosa tierra murciana. He venido a peregrinar al santuario de la Fuensanta (la Fuensantica) y me he empapado de candorosos misterios de mi niñez. Ante su imagen que salvó a mi padre de graves peligros en la guerra civil me he prosternado. Se me saltaban las lágrimas.

sábado, 19 de enero de 2019


UXORICIDIOS, LIBELO DE REPUDIO Y LA Z DE NIETZSCHE
Llevamos bueno al mes de Febrero. Cochinillo de hebreru, dicen por mi Asturias, con el suo padre al humero. Se acabaron el tiempo de las matanzas y ahora llegan los carnavales. Más de uno cogerá alguna longaniza y hasta puede un conejo. -¿Qué conejos le gustan a vosté de los de así. Entre las orejas. O los de asao. Los que se cogen por abajo. -De las dos formas. Soy de buen conformar. Bueno pues el tema es el de siempre: la violencia de género. La maté porque era mía. Cuernos cerca cuernos lejos que el que me los ponga a mí no volverá a poner otros en mi concejo. Sabidos cantares del viejo romancero. Historias de malmaridadas y perniquebradas. Pero no se puede no se puede contra la que duerme contigo usar el fierro. Y yo que me quería casar con una mocín barbero. De los álamos vengo, madre, de ver cómo los menea el aire. Ay madre, la mi madre, mire en qué acabaron esos sueños. En sangre. Eros y Tanatos me parece que en la mitología griega eran hermanos mielgos. Violencia genérica uxoricidios. Navas siempre la clava, no paga el hombre pues un blog tal y como está esto da para pocos trotes y a los viejos reporteros nos arde el fuego de la pasión que es profesión y uno es un amanuense nada hortera, pero Navas la clava, siempre acierta; ha elegido la propia palabra para designar este flagelo que adquiere un monto alarmante, sociedad, políticos, curas, jueces, magistrados y periodistas de lo rosa y de lo light reflexionen, están jugando con el fuego. Uno entretiene sus despondencias líricas mirando para el santoral. El menologio griego y el martirologio romano fueron mis maestros. Se recomiendan ellos solos. Ponen el casuístico colofón al libro que más he leído: el Evangelio. Febrero es tiempo de mártires. Miren qué santas tan guapas y qué santos más bellos. El otro día sin ir más lejos festividad de Santa Águeda, la bella moza siciliana, abogada de la virginidad y del cáncer mamario, que no quiso acceder a los deseos del pretor que le tiraba los tejos, abro el misal cinco de febrero, evangelio de Mateo 19,13-12. Era un delito profanar a una vestal pero los curiales desde la prepotencia y el sexo romano se saltaban la norma a la torera. Murió degollada tras el ecúleo, sus tetas se las cercenaron y las tiraron a lo perros. Un caso, uno de tantos, de la violencia de género. No pararán ahí las cosas porque días adelante en la epacta del martirologio, a santa Apolonia la egipcia por la misma causa le serían arrancadas todos los dientes. Se convertiría por tanto en abogada de lo dolores de muelas en la mitología cristiana. Todo tiene su lugar y su símbolo sobre el papel. En la vida real, nada. Sin embargo, el dictamen del Salvador sobre este problema que aflige a las hijas de Eva en sus relaciones con los hijos de Adán se muestra inconcuso y concluyente Y dice Jesús: Llegaronse a Él los fariseos tentándole y diciendo: ¿Es lícito a un hombre por cualquier causa? Él les respondió: ¿No habéis leído que el que hizo al hombre al principio hizolos varón y hembra y dijo: por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá con su mujer y serán los dos en una sola carne? Así que ya no son dos sino una sola carne. Lo que Dios, pues, juntó ya no los separa el hombre. Ellos con testaron: ¿pues por qué mandó Moisés darle libelo de repudio y despedirla? Jesús les dijo; por la dureza de vuestros corazones os permitió moisés repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Pero yo os digo que todo el que repudiara a su mujer sino en caso de adulterio (el adulterio de un cónyuge es causa de divorcio imperfecto pero no disuelve el vínculo y así ningún divorciado puede contraer nuevas nupcias, dice el P. Nicolás González Ruiz) y el que se casare con la repudiada comete adulterio. Dicenle sus discípulos: si tal es la condición del hombre con la mujer, vale más no casarse. Él les dijo: no todos son capaces de ello sino aquellos a quienes se les concede. Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos tales por los hombres, y hay eunucos que se castraron a sí mismos por el reino de los cielos. El que tenga oídos para oír que oiga”. Mateo inconcusamente también “la clava” como Navas haciéndose eco del planteamiento de las palabras y el pensamiento del Salvador. Cristo puede que esté pasado de moda con los árabes no ya a las puertas de Viena que bien decía el inmortal Cristóbal de Castillejo poeta zamorano y monje cisterciense que colgó los hábitos por el amor de una alemana y defensor de Viena frente a los otomanos, soldado del Emperador, “ribaldo y travieso eres amor en tu perfidia el Turco no se te alcanza”, sino a los muros de Berlín, controlan la banlieu de París, se muestran orgullosos y vengativos por las calles de Madrid y en Londres y en Sevilla van a construir mezquitas acojonantes. Pero sus palabras no pasarán. Estoy seguro de eso. Aquí Jesús lo expresa bien clarito. Los vínculos del amor son más fuertes que la vida misma y van más allá de la muerte. Pero es tolerante y misericordioso con la mujer caída y sin embargo acérrimo con los fariseos a los que no se hartó de llamarlos raza de víboras, sepulcros blanqueados. Hoy son los que mandan, tienen la sartén por el mango, controlan la “media” y las prensas, las planchas, lo alto y lo bajo, lo limpio y lo inmundo y todo lo venden el honor, la mujer y hasta la camisa. Ellos son un peligro mayor que el islam. Y el Señor nos dijo duro con ellos. Os podrán quitar la vida pero el alma no os la arrebatarán. Eso pertenece a Dios. En estos nidos de culebra pone sus huevos la anaconda que se va enroscando por el mundo en movimientos zigzag. Zetas y eses que nos ahogan a todos, esparciendo la baba de la mentira, el odio; sé que son fuertes pero más fuerte será el amor. ¡Hijos de la gran Z! La Z de Nietzsche es su gran añagaza, su enorme pretexto. En verdad, en verdad os digo. Vasallos de la gran meretriz. Me despaché a mis anchas y, aunque pecador, tampoco me callo. -Enmudezca. Chitón, don Veruntamen que me va a despertar a los niños. Usted se parece a Savonarolla. -El espíritu de este fraile anda ahora por el mundo y la iglesia después de mandarle a la hoguera (un pecado grande de un papa poco ejemplar como Alejandro VI) ha rehabilitado su mensaje después de seis siglos y le ha pedido perdón. Lleva razón la Fallaci en lo que denuncia la operación de acoso y derribo a Europa para socavar los cimientos de la cristiandad. Pero a mí me gusta más Papini con su estilo deslumbrante y crudo, uno de los mayores exegetas del cristianismo, y el mayor biógrafo de la vida de Jesús – en España todo se lo seguimos debiendo a los italianos el mejor pueblo del mundo y el más enrevesado, Italia mi ventura- hasta convertirse casi en el quinto evangelista moderno. Oriana dice en sus libros cosas importantes, descubre una conjura pero se guarda muy mucho de señalar quién mueve los hilos de la trama, quién está detrás de esta tenida que para mí de día en día adquiere un carácter más escatológico. Claro que para eso es judía. Parece ser que la violencia genérica [el ojo del amo engorda al caballo] está haciendo ricos a los abogados matrimonialistas, a los reventas de pisos y a los sepultureros, y a los traficantes de carroña que hoy también son muchos. Castrarse por el reino de los cielos. Buscar la puerta estrecha. Es una defensa de la continencia. Cristo hablaba para una Roma entregada a los vicios y donde la promiscuidad era tan arrasadora que los emperadores tuvieron que promulgar edictos como la ley Popea para mitigar la oligogonía o poca descendencia de las exuberantes matronas del Aventino. Con la libertad de costumbres baja la natalidad. Y en defensa de los eunucos. Los latinos no eran tontos y no querían que les escupieran la sopa. A los pueblos dominados emasculaban a sus hombres “para que no dieran guerra” y les traían de esclavos a sus casas. Ataca a la homexualidad cuando es la resultante de un vicio pero la exime cuando se trata de algo endogénico (lean mi artículo en contraportadas pasadas sobre Don Arturo y ver la doctrina oficial sobre la mariconería que ha sido un problema que arrastra desde siglos el clero y el monacato, allí lo llaman “amistades particulares” para refrescar la mente con la verdad, nadie se alarme). Los dos enemigos mayores de la iglesia romana fueron el nicolaismo o la incontinencia y depravación sexual de los clérigos y la simonía, la usura, el apego a las riquezas. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en mi reino, etc. Contra ambos flagelos lucharon los grandes reformadores de la SRI. Cristo se pronuncia, en cambio, de forma tajante en pro de la libertad y la dignidad de la mujer. Mujer te doy y no sierva. Ninguna religión avanzó tanto en este campo como el cristianismo ni el mismo mosaísmo que no resulta tan tolerante como algunos piensan. Allí hay separación de sexos y las mujeres no pueden rezar con los hombres en la sinagoga. Cristo es mucho más tolerante en el valor divino de lo humano. Por eso su religión nos parece la más perfecta a pesar de que el espíritu blasfemo de Nietzsche. Así habló Zaratrusta. Sustituid lo universal y verdadero por lo acomodaticio, olvidad la Resurrección y hablad del holocausto, un hecho circunstancial y dudoso que borre toda la teología de la cristiandad, el accidente por la sustancia. ¡Viva la moral de circunstancias! Rebelaos contra el dictamen de Julián el Apostata que dijo una vez mirando al cielo: -Venciste, Galileo. Han querido echar a Cristo de la historia pero resulta que Él es la misma Historia. La historia viva. En ese reconcomio llevan más de veinte siglos. No creo lo vayan a conseguir. Él nos dijo siempre tendréis pobres con vosotros. Le faltó añadir y pobres mujeres engañadas, maridos cornudos, asesinos, traidores, embusteros, Judas, temblores de tierra, pestes, guerras, espíritu de contradicción y otros flagelos, maricones y bolleras, tullidos, mancos, tarados mentales, negros, gordos fanegas y gentes que no se cuidan el look, ancianos y viejos desvalidos. Él, que era la culminación de las perfecciones y que nos dijo ser perfectos como lo es mi Padre que está en los cielos, siempre andaba por el monte rodeado de borrachos, publicanos y pecadores y putas. A todos los perdonó. El que esté limpio de pecado que tire la primera piedra. Sin embargo, no perdonó a los santurrones e hipócritas. Los pecados contra el Espíritu no se perdonan. Son las contradicciones maravillosas al borde del ataque de nervios y siempre cerca de la incorrección política amando al pobre sacando la cara por el perdedor del mensaje mesiánico. Nos consuela saber a pesar de que no casa ni tiene parangón con el mundo y el ambiente en que vivimos que Él se quedará con nosotros hasta el final de los tiempos. “E la nave va”, que diría Fellini. No es una frágil barquilla sacudida por el viento. Es la verdadera Roca de Israel. Ay de aquellos que levanten la mano contra una mujer. Sin embargo, bien puede ser que la Gran Meretriz las haya escogido como verdugas y los sayones de los pretores modernos son enviados para cortarles la cabeza a sus respectivos. Crece la nómina de los maridos mártires y eso se siente pero tampoco se ve. Es la punta del iceberg de esta nueva peste social que dan en llamar violencia genérica. Átame esa mosca por el rabo. Ahí te las compongas. De todas suertes y aquí el Señor habla con una crudeza tremenda, la crudeza del Evangelio, hubiera sido mucho mejor castrarse por el Reino de los Cielos. Eso es lo más perfecto. El wishful thinking, el desideratum pero Cristo sabía que lograr eso sería imposible. Una meta. Se trata de una meta no más. Sed perfectos como mi Padre es perfecto. La castidad hace a los hombres bellos y longevos. Nada que objetar a ese ideario. Pero si tu ojo te escandaliza arrancatelo y si tu mano es ocasión de pecado o tu brazo dalo al degüello. Tremendas las palabras del Salvador. Estoy seguro de que si no me hubiera gustado tanto el alpiste yo hubiera sido un buen cura pero ay amigo Roma lleva muchos siglos sin haber dado solución a la cuestión sexual de sus ministros. Lo que no hubiera sido nunca capaz es de vivir una doble vida de hipócrita y hablando de longanizas y de conejos anteayer iba yo por la Plaza España y en un paso peatones me encontré con el arcipreste de un pueblo de las brañas-topónimo no diré se dice el pecado nunca el pecador- colgado del brazo de una negra. -¿Qué tal don Agapito? ¿A dar una vuelta por los madriles? -A eso mismo. -Pero no me dirá que la acompañante es su sobrina-le espeto yo con mucho recochineo. -No. Es una enfermera de una oenegé. -Caray con la nurse. Con una de esas se me curaban a mí todas las enfermedades. -O agarrarías otras peores, hijo- contestó don Agapito que de la raya de ahí de pa Galicia y ahí hablan con mucho ferrete. De Ribadeo para allá son muy guasones y desde la ría para acá, todos carbayones (no confundir con cabrones que asturiano es el roble por favor) con bastante cazurrería. -Sí, padre. El cura de la aldea asturiana que yo me sé y encontré en Madrid de visita ad límina se rió para sus adentros como diciendo es que no somos todos hombres o qué. Buenas enfermeras se busca el clero pero al menos paga su tarifa y no como aquel otro arcipreste luarqués hace unos años que se lió con la mujer del teniente de puesto se vino con ella a Madrid y el marido los encontró como harina metidos en una hostal de la calle La Cruz y le pegó al tonsurado tres tiros ni más ni menos. No hay enmienda. Le convidé a don Agapito pues siempre me cayó bien y a su “sobrina” a tomar unas cañas en un chigre de la calle Leganitos. Después de todo es un cura legal y un hombre como dios manda. Creo que hasta el mismo Jesucristo disculparía su canita al aire pero por favor que no se entere el obispo. Y si se entera ¿qué? En las curias son especialistas en esta clase de vista gorda y allí sí que rige la sentencia de si no podéis ser castos al menos sed cautos que ya advertía un general a sus subordinados don Camilo Alonso Vega que en gloria esté



lunes, 14 de enero de 2019

AGUSTIN DE FOXÁ. MADRID FUE UNA CHEKA




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AGUSTÍN DE FOXÁ

 

Escribió El cara al sol y puso una letra un vasco, Tellería. A él le debemos la mejor novela sobre la guerra civil. Escrita sin odio bajo el dominio de una prosa esperanzada que han de leer las generaciones del porvenir porque está llena de amor a España y de comprensión hacia los obreros. Padre perdónalos que no saben lo que hacen. Fueron muchos siglos de furor, de opresión de los caciques, mariconeos y manipuleos de los curas que se acostaban con la mejor moza y se llevaban a la cama a los más lindos efebos de los niños de coro. Madrid de corte a checa no solamente es la gran novela de la conflagración hispana sino una de las mejores novelas que se escribieron el siglo XX y que nos perdonen Zola y Flaubert. Pilar Armijo el amor eterno e imposible de José Félix pues está casada supera en emoción y registros literarios a Madame Bovary sólo comparable a la Regenta que a juicio de la crítica es el segundo gran libro en español después del Quijote. Ambas tienen el privilegio de enganchar al lector desde su arranque. Yo me leí las seiscientas páginas del texto de Leopoldo alas Clarín en un par de noche, cuando era moza el año 72. Madrid de Corte a checa me llevó el otro día una tarde de lluvia en Oviedo y parte de una noche. Es la magia del arte un privilegio que otorgan los dioses únicamente a los elegidos.

A través de sus capítulos he visto perfilarse nítida y egregia la imagen de José Antonio, de Onésimo Redondo, de Ramiro y tantos otros que se fueron a montar guardia y nos vigilan desde las estrellas. ¡Qué buen caballero era José Antonio! Si volviera yo sería su escudero, habría que decir plagiando a Dámaso Alonso. En esta novela río en cuyo álveo subyace todo el drama de nuestra guerra civil.

Lo mejor que se puede hacer con las urnas: quemarlas, José Antonio decía y fueron las urnas las que llevaron a la debacle de la guerra civil a un pueblo como el español poco preparado para la democracia. Caciques abates a la violeta y demagogos chupasangres desfilan por las páginas de este gran libro escrito en el velador de un café de Salamanca en 1938. Sus contextos son proféticos y el drama de entonces vuelve a estar sobre el tapete hoy. El desencadenante de la guerra civil fue el Estatuto prostituto de los catalanes. Son los mismos perros con otros collares, los mismos rostros disfrazados de otras máscaras… “Ramón Gómez de la Serna se levantaba rechoncho con su pipa de recientes brasas, la chalina de seda moteada y la voz chillona… y don Niceto Alcalá Zamora verbo florido clamaba: niña la chistera que abajo ya está el coche” la república fue un guirigay de encopetados señoritos burgueses que aborrecían al pueblo al que decían representar y que los fines de semana se largaban a patear la sierra y hacer alpinismo por las cumbres del Guadarrama. Eran los de la Institución Libre de Enseñanza. “Uno parecía estar viviendo una novela de Pío Baroja: ¿Qué hay Telesforo?... era Telesforo Monzón un muchacho narigudo y pálido de una finura femenina y provinciana. Oía misa diaria. Le horrorizaban las frases fuertes y creía que era pecado bailar con las muchachas… ¿No conoces a José Antonio Aguirre?... sentábase Aguirre la nariz vasca y la pequeña boina vizcaína en la mano. Vengo de Bilbao”. Contra el sambenito que le colocaron sus propios correligionarios de meapilas este noble madrileño hijo de monárquicos que vivió la guerra civil escondido en un sotabanco de la calle de la Magdalena, no muestra na singular afección hacia los curas. Le horrorizaba Gil Robles el vaticanista con cara de pera y ridiculiza la elegancia de algunos asotanados como el nuncio Antoniutti. Su descripción de aquellas pobres monjas que abandonaron la clausura de treinta años para acudir a votar en traje seglar mueve a compasión:

-     Madre Teresa, perdóneme vuestra caridad, llaman del obispado que tienen que votar las hermanas. Mañana mandarán coches a recogerlas. Irán protegidas por jóvenes de acción Católica.

-     Y se internó por aquel mundo de frescas penumbras olor a velas apagadas entre las tumbas de alabastro de las infantas fundadoras… salían a la calle después de treinta o cuarenta años de clausura, veían las luces de los escaparates de los cines sus ojos acostumbrados a la luz de la lámpara de aceite del sagrario; escuchaba los frenazos y las bocinas con las blasfemias de los taxistas, habituadas a la dulzura de los salmos. Las recibían con odio y en algunos barrios las apedrearon:

-     Dale a esa tía carca que se traga los santos

-     Veían carteles horribles, escobas que barrían a frailes y monjas entre cucarachas y sapos, obispos golpeando con un cristo a obreros encadenados

-     Estoy deseando volver a mi celda- decía sor Angustias después de votar.

Foxá traza un friso o cuadro de época por el que desfilan políticos, periodistas, intelectuales, militares, reyes y reinas del antiguo régimen días antes de que se proclamara la república; Manuel Azaña feo y cornudo con la cara de hogaza salpicada de verrugas. Era el verrugo. Martínez Barrio un gallego que se dedicaba a estudiar a los místicos, Casares Quiroga el taxidermista, Lerroux que metía a sus secretarias en el coche y les hacía el amor en el trayecto desde el ministerio hasta su finca en San Rafael. Indalecio Prieto aquel ovetense mal hablado que parecía empedrar su conversación de áridos pedruscos. Ernesto Giménez Caballero loas Mussolini que recibía en su casa de cuatro Caminos vestido de un mono azul. Ahí están todos vivitos y coleando los agentes de aquella tragedia colgados de sus mandiles las consignas y las palabras al oído de la masonería. La proclama de Companys. Dencás y Bassols. El Dencás de ahora mismo llamase Artur Mas.

Toda España estaba pegada a la radio y entre los pitidos del guial se llegó a captar la voz de Companys con su grito luciferino de “non serviam” convocando a sus rebaissers (veteranos) largando su arenga:

Rebassaires, escamots, tots per la llibertat de Catalunia, lluieu contra l óppressió.

Parecen frases de ahora en las que no se cansan de insistir los secesionistas.

La modernidad de esta novela estriba en que al cabo de más de tres cuartos de siglo desenmascara la mentira en la cual vivimos, la confusión mental, la tergiversación de nuestro pasado, el odio a la patria y a nuestras instituciones, la desespañolización progresiva de la cultura, las tretas incluso de la masonería más rancia para atentar contra el idioma, la iglesia católica como poder fáctico tan alejada del pueblo y de sus preocupaciones aunque diga llamarse iglesia de los pobres. Esta soberbia, esta hipocresía, ese desdén hacia el oprimido, máxime cuando se hace granjería del legado evangélico y del sermón del monte se convierte en una de las raíces del drama español que tiene un origen religioso.

Sonaron “espetecs” disparos y se fue la onda de Unión Radio. Barcelona se había sublevado

Azaña tuvo un gesto de hombre duro tiros a la barriga y envió al general Godet que entró a sangre y fuego en la Generalidad. Era un fiel servidor de la republica a quien luego fusilaron los nacionales. El pathos se enhebra aquí con esa mirada panóptica del gran artista que cuenta con pulso equilibrado y sin caer en el panfleto la tragedia de aquel momento, sin odio, desplegando toda la artillería de su inteligencia y compasión. Hay un episodio clave para entender la tesis y esta no es una novela de tesis sino una narración circunspecta de lo que aconteció cuando José Antonio Primo de Rivera y Ramiro se asoman a un balcón de la Gran Vía. Por la calle pasaba una manifestación en gran despliegue de banderas roja. José Antonio le intimó a Ledesma:

▬Algún día estas masas serán nuestras.

Luego la debacle. La llegada a los pisos de las Brigadas del Amanecer. Los falangistas de la quinta columna que se jugaban el título salvando de las garras de la muerte, disfrazados de milicianos de la FAI, a monárquicos y derechistas. Madrid vivía una orgía de sangre en aquel tenebroso mes de noviembre de 1936. Fusilamientos hubo en Paracuellos y en Griñón. Era Director de Seguridad crgo en el que sustituyó a Mola Santiago Carrillo un vulgar asesino. En Getafe mineros asturianos dinamitaron y fusilaron la imagen del Corazón de Jesús. Luego las requisas, los paseos, el miedo, un inquebrantable aire de sospecha y delación. Sangre, sexo y amor libre. Llamaban a la puerta de madrugada y no era el lechero. Que te vengas con nosotros. Tenemos que hacerte unas preguntas. Puro trámite, compañero. Las preguntas que tenían que hacer aquellos forajidos era dos tiros en la nuca. Los cuerpos aparecían tirados en la cuneta en los suburbios de la capital. Tramites y formularios de las brigadas del Amanecer de García Atadell, el cual moriría luego arrepentido  de sus crímenes en la cárcel de Alicante, o los sabuesos del espionaje al estilo soviético del SIM a la caza de quintacolumnistas. José Félix permaneció emboscado en una buhardilla de la calle de la Magdalena mientras algunos de sus camaradas falangistas disfrazados de milicianos pasaban al otro lado o libraban de la muerte a inocentes ciudadanos sospechosos por ser de derechas.

“Madrid de corte a checa” es un tour de forcé, testimonio de primera mano, cuartillas escritas en el velador de un café de Salamanca durante el verano del 38. Foxá narra en parte su experiencia personal datos de apoyo pero la novela no es autobiografía. Se trata de un libro perfecto de un escritor maduro a pesar de no haber cumplido aun los cuarenta años. Es la frase certera, la metáfora iluminada, la greguería. Yo he visto en mis deambulatorios por Madrid parte de mi vida reflejada en este libro que esgrime a sus protagonistas caminando entre la iglesia de del Desnudo, la plaza de Antón Martin, Lavapiés y Atocha. Esta comunión espiritual entre autor y lector conforma la magia de las grandes novelas y Foxá, que a mi me recuerda a los rusos que narraron el drama de la revolución soviética (Krasnoff, Gorki, Solzyenitsyn, Andreiev, lo es. Alcanza los registros épicos del drama de una contienda civil en la Madrid rojo que se convierte en epopeya. No es sin embargo un libro pesimista sino un elogio de la vida, de la virilidad, del coraje, la hidalguía, el amor. A lo largo de sus capítulos muchos falangistas oirán el eco de las estrofas del Caralsol que compuso el conde de Foxá al alimón con Tellería asesorados los dos por el propio fundador de FE, José Antonio Primo de Rivera. Mecachis, me asalta la impresión de que los perdedores no supieron contarnos la historia de lo que pasó con tanta acucia y categoría como los escritores nacionales. Porque ni Malreaux ni Hemingway ni Lera ni Arturo Barea o Max Aub no estuvieron a la altura de un Rodrigo Royo dse un Emilio Romero de un Torcuato Luca de Tena de un Pombo Angulo o Cela. Umbral en su “Cesar Visionario” trata de emularlo pero Paco Umbral literariamente era hijo de padre desconocido y no escribe novelas sino que cuenta historias de sí mismo.

Corre una teoría al respecto y es que a los judíos se les dio la facultad para la ciencia la tecnología el progreso el dinero del que siempre están hablando y del que son apasionados así como de la revolución y del sexo que les sirve para acumular millones pero están poco dotados de sensibilidad estética. Un judío sería incapaz de escribir la Eneida. Este es un privilegio que Dios reservó a Roma y al cristianismo. Ahora uno puede entender porque todo Kafka a los buenos profesionales de la literatura les parece una mierda y casi toda la alemana después de la guerra o las novelas inglesas ahora tan en boga y tan traducidas entre nosotros. Después de Orwell y de Somerset Maugham no hay quien escriba buenos libros en Inglaterra y que me perdonen Amis, Graham Green, los caldereros y sastres los autores de thrillers y de who-done-its que están arrasando nuestro mercado en menoscabo de lo autóctono.

¡Qué contraste la letra de la Internacional con el Caralsol… arriba los parias de la tierra, en pie famélica legión, de tono revanchista y sanguinario. Los himnos falangistas hablan de paz, risas, rosas, primavera, alegre paso, cumbres nevadas. El marxismo neocapitalista que domina nuestros medios se alienta de lo feo lo estrambótico el crimen el asesinato la violación la guerra el terror. Y nuestra santa madre la iglesia calla. ¿Madre por ué no hablas? Puede que la literatura sea un veneno pero ¡ay! ¡Qué veneno más rico!

La descripción del asalto al Cuartel de la Montaña y el implacable fusilamiento por las turbas de aquellos soldaditos y oficiales sublevados es una de las páginas más tristes de nuestros episodios nacionales. Galdós no pudiera haberlos descrito de forma tan vigorosa como Foxá. Madrid de corte a checa es un daguerrotipo de la época negra de Goya. A su autor, que tuvo que pagar a precio de envidia incomprensión y calumnias de su propio bando incluso, la historia de la literatura le ha negado el pan y la sal. Una mano oculta y negra ha evitado que esta novela haya sido reeditada como se merece. Es la lógica del revanchismo judío contra España y lo que ella ha significado en el ámbito de los valores humanos y la cultura universal. Pero no importa. Ladran luego cabalgamos