El rebaño de ovejas de Cristóbal Colón que vive en Salamanca
Llegaron a América en el segundo viaje y un ganadero de Cabrerizos aprovechó la ‘repatriación’ para traerlas ‘a casa’
Las ovejas pelibuey llegaron a América en el segundo viaje de Colón y desde entonces la que era conocida como antigua oveja castellana dejó de verse en España, que prefirió la valía de la lana merina.
Hipólito Cuesta, ganadero de Cabrerizos, seguía la pista a estas ovejas muy extendidas ahora en Venezuela o República Dominicana, y aprovechó la repatriación en avión de un lote de ellas que impulso el dueño de “Coronita” en Léon para reservar unas cuantas canarias de pelo “por sentimentalismo”, reconoce. Ahora tiene unas 75 después de haber vendido algunas y está encantado por su rusticidad, porque lejos de lo que pudiera parecer por su ausencia de lana, están perfectamente adaptadas al clima de Salamanca. A diferencia de otras “que hacen ricas a los molineros”, la pelibuey es, cuenta, de las que aprovechan todo. Al ser además muy dóciles son muy buscadas para pequeños corrales domésticos o casas rurales. “Por fin han vuelto a casa”, dice orgulloso Hipólito, de estas ovejas españolas ahora en peligro de extinción y en las que muchos creen ver un cruce de oveja y cabra
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