COÑOCRACIA
Elecciones
catalanas urnas como coños
Tiene crija o es verija raja o rabo. La frase se la escuché al primo Eustasio al que acabamos de dar tierra a los 96 años y se me quedó grabada como prueba de la intrascendencia de las cosas humanas y ahora se armó por estos reinos un pitote a costa de un video en el que una mujer que al ir a votar tiene un orgasmo. La ociosa charlatanería nacional le saca punta al asunto y aparece doña Pilar García de la Huerta la de la Inter. Hecha una Euménide por considerar el trailer un atentado a la dignidad de las damiselas. El feminismo anda en pie de guerra. La Curri que ya curra en otra cadena interroga pareceres a sus compañeros de mesa gestatoria y mediática que a lo mejor son sus compañeros de cama y esa es otra. ¿Qué os parece? Los unos y los otros se rasgan las vestiduras e izquierdas y derechas andan al copo. Es un atentado a la dignidad de la mujer señalan unos. Es un atentado a la democracia aducen otros. Sin embargo, el símil o metáfora de ver en la rendija de las urnas como tumbas lo más parecido a la vagina de los mamíferos se me ocurrió a mí en una novela y ahora los publicistas se conoce que han utilizado la idea que es lo malo de internet que mandas en un post una proposición y te la chorizan por menos de nada. El latente sentir de mi conclusión es que estamos haciendo una religión del embuste. Lo de un hombre un voto es una falacia. Aquí los que eligen son los trustes, las trasnacionales, los banqueros o la fuerza mediática. Al votante le toman el pelo. La decisión está en manos de los que mandan subrepticiamente y nunca muestran la cara. Por su cara bonita, esto es así pues lo digo yo y tú te callas…reclamaciones al maestro armero. Son las reglas de la democracia que no es otra cosa que una “coñocracia”de los déspotas monocromas. Coños, pusis, cufros, cajas de Pandora, portal de los sustos complemento de carajos entradas al jardín de las delicias y todo lo demás. Penetró un ratón en el mi granero e hizose amo del cillero. Por eso, las mujeres mandan. Bueno vayamos a votar. Metamos el pájaro en el infierno. Pero no nos va a servir de nada, aunque nos harán un completo en la mesa electoral las sacerdotisas del gusto y luego para casa
Tiene crija o es verija raja o rabo. La frase se la escuché al primo Eustasio al que acabamos de dar tierra a los 96 años y se me quedó grabada como prueba de la intrascendencia de las cosas humanas y ahora se armó por estos reinos un pitote a costa de un video en el que una mujer que al ir a votar tiene un orgasmo. La ociosa charlatanería nacional le saca punta al asunto y aparece doña Pilar García de la Huerta la de la Inter. Hecha una Euménide por considerar el trailer un atentado a la dignidad de las damiselas. El feminismo anda en pie de guerra. La Curri que ya curra en otra cadena interroga pareceres a sus compañeros de mesa gestatoria y mediática que a lo mejor son sus compañeros de cama y esa es otra. ¿Qué os parece? Los unos y los otros se rasgan las vestiduras e izquierdas y derechas andan al copo. Es un atentado a la dignidad de la mujer señalan unos. Es un atentado a la democracia aducen otros. Sin embargo, el símil o metáfora de ver en la rendija de las urnas como tumbas lo más parecido a la vagina de los mamíferos se me ocurrió a mí en una novela y ahora los publicistas se conoce que han utilizado la idea que es lo malo de internet que mandas en un post una proposición y te la chorizan por menos de nada. El latente sentir de mi conclusión es que estamos haciendo una religión del embuste. Lo de un hombre un voto es una falacia. Aquí los que eligen son los trustes, las trasnacionales, los banqueros o la fuerza mediática. Al votante le toman el pelo. La decisión está en manos de los que mandan subrepticiamente y nunca muestran la cara. Por su cara bonita, esto es así pues lo digo yo y tú te callas…reclamaciones al maestro armero. Son las reglas de la democracia que no es otra cosa que una “coñocracia”de los déspotas monocromas. Coños, pusis, cufros, cajas de Pandora, portal de los sustos complemento de carajos entradas al jardín de las delicias y todo lo demás. Penetró un ratón en el mi granero e hizose amo del cillero. Por eso, las mujeres mandan. Bueno vayamos a votar. Metamos el pájaro en el infierno. Pero no nos va a servir de nada, aunque nos harán un completo en la mesa electoral las sacerdotisas del gusto y luego para casa
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