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jueves, 27 de febrero de 2020

el mejor alcalde de cudillero


QUICO, AVANTI TODA

FRANCISCO FERNÁNDEZ MÉNDEZ (no me duelen prendas en decirlo) ha sido y espero que lo pueda ser otra vez en el futuro un óptimo alcalde de Cudillero en unos años difíciles de desenganche corporativo y de esperanza.
Recordemos el amillaramiento y mejora del municipio algún polígono industrial como el de Novellana la construcción del puente colgante de la Concha Artedo causando el menor detrimento al paisaje y al entorno urbanístico.
Este humilde periodista desde que asenté mis reales en el municipio después de diez años en Inglaterra y cuatro en Nueva York me he siento pixueto o tal vez caizo pues soy callealtero aldeanu aunque, como el de muchos castellanos, mi corazón sea marinero.
 Quico lo sé que ha sufrido y padecido persecución por la justicia ─ la orden de acabar con nuestra sangre municipal y espesa venía de muy arriba y de muy lejos tal vez del extranjero, recordemos el flick y el flock de los alemanes, el 23F etc.─ y es posible que eso haya minado en parte su salud pero él es fuerte como un toro; resistimos pues como decían en el tercio... siete tiros en el cuerpo y avanzando.
Conocedor y entusiasta como soy de la obra de don Armando Palacio Valdés, yo no sabría decir si la novela marinera "José" es de inspiración candasina o pixueta.
Yo creo que más bien de la segunda instancia porque las "muyeres" (es una patética escena que describe don Armando) trepan hasta el monte Santa Ana para ver de arribada a las lanchas cuando hay temporal, es costumbre ancestral cudillerense.
También hay partes de este hermoso libro que nos hacen mirar al Cristo de Candás cuando el bajel de los pescadores zozobra.
Ambos pueblos lucharon con coraje contra las galernas.
Nuestro burgomaestre Fernández Méndez paréceme a mí un personaje, más que de "José" de la novela "El Cuarto Poder" o de la "Aldea Perdida" y me hace pensar en Xuan de Cabañaquinta... con la irrupción del periodismo, los bandos, omecillo y enemigas causadas por la revolución industrial, cuando la vida dejó de ser patriarcal en Asturias y dio comienzo otra etapa, una nueva civilización con todo lo que ellos significa traducido a intereses partidistas.
Quico los sufrió sobre sus carnes: injurias, despechos, malquerencias.
 En los últimos años del pasado siglo hemos asistido a una verdadera revolución de nuestras costumbres. Hoy Cudillero aunque se viva mejor me parece un lugar más triste que cuando llegué a él por vez primera en 1974.
 Gracias a Dios que tales banderías no derivaron en guerra civil porque, entre otras cosas, el régimen de Franco conjuró el fantasma del hambre y la descalcez que fueron el flagelo de la villa marinera durante los pasados siglos.
Y en esas estamos pisando el "sable" (así se llama en Cudillero a la arena de la playa con nombre francés) y las bolas del pedrero.
Olvidemos nuestras divergencias y vayamos a beber el agua de la Fuenti il Cantu donde a baja san Pedro todos los años con todos los santos.
Quico, gracias, no te rindas, olvida a ser posible los agravios. Y avanti toda.

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