Archivo del blog

jueves, 30 de julio de 2020


Azorín anarquista Azorín falangista

El maestro Azorín fue uno de los primeros escritores en regresar después de la guerra civil. Seguidamente, lo hicieron Baroja, Pérez de Ayala, Salinas. Ortega y Gasset. Don Antonio vino gritando Arriba España y escribió un libro primordial “El Escritor” dedicado a Dionisio Ridruejo gran poeta del Movimiento. Yol soy el pasado, vosotros sois el futuro arengaba a los jóvenes con sentencias cincelarias. Este libro del exilado que yo leí en julio de 1976, humilde, sucinto y condensado pero que es uno de los príncipes literarios de mi biblioteca al cual acudo en busca de consuelo y que me sirve de referencia y vademécum en mis desalientos. Ya ha calló la voz anarquista y panfletaria del periodista tumultuario que predicaba en sus artículos de principios de siglo editados en “El País” el amor libre, estacazo a los curas, nacionalización del campo. Que clamaba el reparto de la tierra, y lanzaba como un energúmeno gritos contra el latifundio.
Antonio Martínez Ruiz ya no es el perdulario alicantino cariohondo y revolucionario, vanidoso y de párrafo largo y enmarañado, que provocaba asonadas por las calles de Madrid. Se ha vuelto un escritor enteco acartonado de aires místicos. su prosa también se acrisoló en la concisión, hízose profunda.
El Escritor, uno de los mejores libros que se escribieron el pasado siglo, imparte armonía, destila serenidad.
 En parte es un canto a Soria, no el Burgo de Osma del uxamense Ridruejo sino Ágreda la del Padre Gracián al pie del Moncayo donde la mesta abrevaba sus rebaños y se cardaba la lana fina, la entrefina y la de las churras que tan mullidos e incomparables nos sirven de colchones. París ha trasformado al antiguo volteriano. Nos cuenta que le gusta acudir a las largas misas en rito eslavo (yo también experimenté esa catarsis en Londres) en la iglesia de San Juan el Pobre, la misa de San Juan Climaco. Escala mística. Subir la escalera el alma peldaño a peldaño hasta alcanzar conocimiento de Dios. Es lo que significa la palabra griega clímax. Tanto como gradual. El bienaventurado Clímaco eremita egipcio▬ refiere Azorín ▬propone en su libro “Escala Espiritual” esa norma de conocimiento interior.
Azorín ha renunciado al desdentado Bakunin y se entusiasman con la marmota que tenía en su celda de exclaustrado el Padre Isla la cual le ayudó a escribir el Fray Gerundio. Muy sabrosos y atinados comentarios, pero en Azorín no hay pathos, ha renunciado a las pasiones para transformarse en cuentista lineal. Cada capitulo de este libro del retornado vale tanto como un rubí. Dispersa en sus páginas cierta esquivez ante el mundanal ruido que de vez en cuando a los españoles nos trastorna. A veces puede aparecer algo altanero y petulante el maestro Azorín. Se convirtió al partido conservador de son Antonio Maura. Confiesa que detesta a los poetas chirles pero que nunca se ha dejado llevar por el odio, la envidia y la violencia. “Procuré hacer justicia, pero nunca odié a nadie. El odio lleva aparejada la ira, la cólera, la violencia”. Propone en política la ironía y un cierto desasimiento, pero esto no es nuevo ya lo predicaban los alumbrados y “deixados” conversos del siglo XVII, siguiendo las enseñanzas de Miguel de Molinos que murió en la hoguera de la Inquisición.

continuará


Azorín anarquista Azorín falangista

El maestro Azorín fue uno de los primeros escritores en regresar después de la guerra civil. Seguidamente, lo hicieron Baroja, Pérez de Ayala, Salinas. Ortega y Gasset. Don Antonio vino gritando Arriba España y escribió un libro primordial “El Escritor” dedicado a Dionisio Ridruejo gran poeta del Movimiento. Yol soy el pasado, vosotros sois el futuro arengaba a los jóvenes con sentencias cincelarias. Este libro del exilado que yo leí en julio de 1976, humilde, sucinto y condensado pero que es uno de los príncipes literarios de mi biblioteca al cual acudo en busca de consuelo y que me sirve de referencia y vademécum en mis desalientos. Ya ha calló la voz anarquista y panfletaria del periodista tumultuario que predicaba en sus artículos de principios de siglo editados en “El País” el amor libre, estacazo a los curas, nacionalización del campo. Que clamaba el reparto de la tierra, y lanzaba como un energúmeno gritos contra el latifundio.
Antonio Martínez Ruiz ya no es el perdulario alicantino cariohondo y revolucionario, vanidoso y de párrafo largo y enmarañado, que provocaba asonadas por las calles de Madrid. Se ha vuelto un escritor enteco acartonado de aires místicos. su prosa también se acrisoló en la concisión, hízose profunda.
El Escritor, uno de los mejores libros que se escribieron el pasado siglo, imparte armonía, destila serenidad.
 En parte es un canto a Soria, no el Burgo de Osma del uxamense Ridruejo sino Ágreda la del Padre Gracián al pie del Moncayo donde la mesta abrevaba sus rebaños y se cardaba la lana fina, la entrefina y la de las churras que tan mullidos e incomparables nos sirven de colchones. París ha trasformado al antiguo volteriano. Nos cuenta que le gusta acudir a las largas misas en rito eslavo (yo también experimenté esa catarsis en Londres) en la iglesia de San Juan el Pobre, la misa de San Juan Climaco. Escala mística. Subir la escalera el alma peldaño a peldaño hasta alcanzar conocimiento de Dios. Es lo que significa la palabra griega clímax. Tanto como gradual. El bienaventurado Clímaco eremita egipcio▬ refiere Azorín ▬propone en su libro “Escala Espiritual” esa norma de conocimiento interior.
Azorín ha renunciado al desdentado Bakunin y se entusiasman con la marmota que tenía en su celda de exclaustrado el Padre Isla la cual le ayudó a escribir el Fray Gerundio. Muy sabrosos y atinados comentarios, pero en Azorín no hay pathos, ha renunciado a las pasiones para transformarse en cuentista lineal. Cada capitulo de este libro del retornado vale tanto como un rubí. Dispersa en sus páginas cierta esquivez ante el mundanal ruido que de vez en cuando a los españoles nos trastorna. A veces puede aparecer algo altanero y petulante el maestro Azorín. Se convirtió al partido conservador de son Antonio Maura. Confiesa que detesta a los poetas chirles pero que nunca se ha dejado llevar por el odio, la envidia y la violencia. “Procuré hacer justicia, pero nunca odié a nadie. El odio lleva aparejada la ira, la cólera, la violencia”. Propone en política la ironía y un cierto desasimiento, pero esto no es nuevo ya lo predicaban los alumbrados y “deixados” conversos del siglo XVII, siguiendo las enseñanzas de Miguel de Molinos que murió en la hoguera de la Inquisición.

continuará

LA METIDA

es mi Yasnaia Poliana, el lugar donde yo me recogía para lamerme mis heridas, la guarida del lobo, y donde he escrito mis mejores paginas, tuve mis mejores sueños y paseé por el bosque, un regalo que Dios hizo a mi vida. Es una casa rural del siglo XVIII que antaño fue posada y estaba justo en el camino de Santiago. La foto está sacada desde la huerta del niso. En la actualidad no se reconocería el lugar por estar recubierto de maleza. Si voy a limpiar a los vecinos les parece mal, porque están deseando que se hunda, que mala es la envidia y que perversos los tiempos que vivimos

miércoles, 29 de julio de 2020
















REFLEXIONES SOBRE LA CONVERSIÓN DE HAGIA SOFIA EN MEZQUITA


 MAHOMA FALSO PROFETA



 Ando compungido estos día de canícula: la segunda toma de la catedral de Santa Sofía... vuelta a 1453; las cimitarras penetraron en el templo cuando el preste cantaba la epiclesis y el oficio divino no concluyó, toda la clerecía fue pasada por las armas... el islam es una religiosa sinrazón en nombre de Dios que evangeliza con la espada o te conviertes al Profeta eres hombre muerto. Sin embargo existe una profecía entre los popes griegos que asegura que un día el propio Señor Jesucristo cuya imagen preside grandiosa la bóveda de mosaicos (que ha sido ocluida no sé si destruida) entrará triunfante en Hagia Sofia y concluirá él mismo la ceremonia. Sonará por las paredes de la hermosa catedral el estruendo de un "ite missa est" gloriosso. Otro frente que abrió el Déspota Oscuro contra la vieja fe que profesamos los españoles son losa hisoanicidas que campean por la Red. Seguimos dando vueltas de noria a la piedra de la Kaaba sin hallar respuesta. No podemos escudriñar los pensamientos divinos. Se borró la quibla, la catolicidad dividida perdió el asidero. ¿Tuvieron la culpa las inanes disputas teosóficas? En el Fanar de Constantinopla, sede del patriarcado, se discurría, cuando entraron los turcos en la ciudad imperial, sobre el sexo de los ángeles (utrum angeles migeant necne” (¿tendrían las legiones angélicas fisiología excretoria?) Esto está pasando hoy entre nosotros. Las prensas nos atruenan las meninges sobre teoría y factores de la neumonía que se está llevando a tanta gente por delante aunque no dicen la verdad. Allí apareció Mahoma con su actitud irrevocable e intransigente y las artes aprendidas en una madrasa dirigida por un israelita de Medina. Exegetas bizantinos atribuyeron la pérdida de este punto de referencia de la gran polis de Constantino a los pecados múltiples de Roma, a las divisiones, a los gatuperios, a la lucha por el poder. Luego están las afrentas a nuestra historia: Colón dilapidado, Fray Junípero Serra aquel bendito franciscano mallorquín que fue andando con la cruz a cuestas y un dedo malo desde Nuevo México hasta Oregon adonde irá el buey que no are. O el asturiano Menéndez de Avilés que trató de llevar el cristianismo a aquellos antropófagos salvajes habitantes de la Florida. Es duro asumir tanto odio y tanta hispanofobia Resulta difícil ahora mismo, con la peste que llaman de Billy Gates el anticristo en plena efervescencia, resistirse a suspicacias globales que ciertos entendidos en la materia tachan de conspiranoicas. Sencillamente, y dicho de otra forma: Mahoma fue un castigo de Dios, como lo es ahora el Covid-19. El Corán según los imanes lo escribió el Profeta al dictado de las revelaciones de un arcángel pero a mí me parece─ dicho con mil respetos ─ un libro de hazañas bélicas como la Biblia, un tratado de urbanidad y de higiene abluciones constantes y rezos cinco veces al día. Hay en él brotes irracionales propios de la epilepsia pues su autor padecía de gota coral, la enfermedad de los dioses. ¿Mujeres? Todas las que puedas alimentar. Mahoma se acostaba con Aixa su favorita pero se permitía un harén de favoritas con las que acostarse en variación durante un mes. Tomó al pie de la letra el comando del Genesis: creced y multiplicaos. En ello llevan los sarracenos ventaja sobre las demás religiones. “Conquistaremos el mundo con el vientre de nuestras mozas”. Da pavor pensar esto. En el Coran no caben las feministas ni sus insidiosos repulgos, porque da miedo. Es un texto de lo más causo, no apto para los que nos gusta la literatura, apto sólo para fanáticos. El credo muslímico digámoslo para acabar constituye una religión viril y esa impronta la dejó en el idioma castellano. Hubo un enorme trasiego a lo largo de ocho siglos de lucha. En Castilla es grande el acerbo de los dichos y el pensamiento muladí y el de la aljamía. Toda la lexicografía de palabras que empiezan por al (almudena, alfolí, alcanfor, almunia, almaciga, alelí etc.) y otras menos conocidas como “higa” (burla). Los moros ya le hacían la higa con los dos dedos de la mano a las huestes del Cid y estos les respondían con cargas de caballería. ¿Era Mahoma un abdulá o servidor de dios o un agente de Satanás, un Mustafá un elegido o el maestro de la perdición, el anticristo que decía Lutero? A mí cristiano viejo me importa una higa aunque no hay que perder de vista una cosa: detrás del moro está siempre el judío. Son compañeros de viaje. Fueron los hebreos los que traicionaron con don Opas a don Rodrigo en Guadalete

viernes, 24 de julio de 2020

OS OLVEREMOS A ECHAR CON LA PROTECCIÓN DE NUESTRA sEÑORA A PESAR DE LAS FELONIAS JUDAICAS QUE ENGAÑARON A NUESTRO REY

















HERRU SANT YAGU AURRERA
Dios bendito que santificas la llegada del peregrino al final del camino. Oigo el grito miles de veces repetida en las Navas, en Calatañazor, en Flandes “Santiago cierra a España”, un grito que salvó a una civilización, cuyos ecos hoy resuenan en esta España dolorida aparentemente vencida y silente sometida bajo el yugo y que no respira aplastada por la bota de la bestia. “I can´t breathe”. Santiago cierra a España y se lanza al ataque toda la caballería. Fue Castilla la nación que impidió que el norte de África y la península ibérica cayeran en manos sarracenas como ocurrió con la Numidia, la Livia, Tingitania y otras zonas donde floreció el cristianismo primitivo ─ Agustín obispo de Hipona escribió sus tratados retóricos… oh luz maravillosa cuán tarde os conocí─ me siento orgulloso hoy día de mi patrona orgulloso de ser español aun yendo contra corriente y de participar de la estirpe de la sangre y el suelo de esta gente mesiánica que luchó contra Mahoma. Mi quibla, Señor, el punto de orientación y de mira sigue siendo Jerusalén. Extendamos, Señor, la alcatifa mientras pasan los romeros por las Dueñas y acometen la bajada al valle de las Luiñas. Grande eres en tus obras, Señor. Gott Santiago Herru San Yago Aurrerá. Clamor de guerra. Resuenen por toda la tierra os alaridos del combate y el chasquido de las espadas. Mahoma durante toda la edad media fue considerado el anticristo, Lutero dixit; era un monstruo de dos cabezas la una blasfemaba en la Meca adoración de los ídolos el pueblo árabe dando vueltas en torno a un meteorito y todas esas suras del Corán producto de una imaginación calenturienta… el otro vértice estaba en la Roma corrupta y pontifical, según el heresiarca. Del falso Profeta ha vuelto a asomar la gaita en Bizancio. Ayer día de Santa Cristina Hagia Sofia uno de los templos mayores y la catedral más vieja de la cristiandad volvió a ser mezquita. Los ismaelitas vuelven por donde solían y yo me arrodillo en la plaza del Obrador y canto las alabanzas a Boanerges el Hijo del Trueno que ofician los ángeles ante el pórtico de la gloria. Hoy más que nunca digo mezclando el euskera con el alemán:
─Herru Santiagu, Gott Santiago… Aurrerá.

domingo, 19 de julio de 2020



Trabajar para el nuncio
Esto de trabajar para el nuncio
No me gusta nada
Funerales solemnes
Funestas llamas
Políticas solicitaciones
De los muertos por la peste
Coranvirus coronados
Poseo y recuento de imagen
De todo sacan dinero estos judios mandantes y mangantes
Que las piedras trocan en panes
Un saludo amigos.
Callan los muertos en sus tumbas
Sombra de llama vacilantes
Baldíos tributos a los que ya no están
Se los despide con una tenida
Estamos trabajando para el nuncio
No callaré
Cadena de hierro con candados colgantes. Tantas cosas en el saco y tantos absurdos.