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miércoles, 15 de diciembre de 2021

 FLAUBERT

Julio ofrenda sus ópimos primores. Las uvas de mi parra están pintonas. Siento el gozo de ser español. Mañana vamos de boda. Creo que Dios recompensa al justo que fue pecador. Leo a Flaubert lo releo en aquel libro de la colección le livre de poche que compré en Paris, ahorrando el presupuesto de un almuerzo porque yo era muy pobre, cerca de la Rue de la Pompe el año 64 cuando los estudiantes íbamos a pedir trabajo. Uno de aquellos estudiantes españoles, a la sazón comunista, es uno de los pocos amigos que me quedan, no diré su nombre, pero andamos en comunión de ideas, consuelos y  desconsuelos. Porque ya no se cumple la norma de que los enemigos son para las ocasiones. Vivimos entre peñas feroces de donde salen fulanos pegando voces. He aquí que de repente estallan petardos pero no son petardos. son pedos. por Parsons Green se movilizan los moros. Alerta Vamos a la contra del sistema pero campamos libres con el contento de haber sido fieles a nuestros principios. Ah Madame Bovary la gran novela que me llena de amor a Francia a la libertad y andar suelto y libre por mis vagabundajes literarios, del que se expresa con arreglo a sus pensamientos y a su conciencia.

Porque Flaubert es un mundo que honra a la cultura de occidente. En los días asesinos y fundamentalistas que corren no creo que el mundo árabe haya sido capaz de producir una maravilla literaria como ésta.

Ellos pondrán tener las jarchas los apólogos de las Mil y una Noches (demasiado fanatismo) y un solo libro mala cosa porque la vida es diversa y “multifaria” muchos lados muchos puntos de vista muchas trayectorias. La Biblia se ciñe a planteamientos parecidos, y el Viejo Testamento se nos presenta como un libro de caballerías o de hazañas bélicas con resabios de pornografía en algunos pasajes. ¿Quiénes son los elegidos?

No pueden ser lo de una sola raza o los de un solo pueblo. Dios (Flaubert no creía en Él como buen librepensador) creó a todos los hombres y mujeres de todas las razas y colores piel y condición.

El autor de “Madame Bovary” opinaba que la única redención está en el Arte. La poesía está por encima de la vida. Más allá. Vivir para narrar.

Este genio francés es la glorificación del escritor que se sienta en su gabinete despliega el catalejo y retrata la condición humana.

Mueve su espejo y ve pasar la vida. El artista se aísla está en el mundo pero no pertenece al mundo. Me imagino a Gustavo Flaubert en su sotabanco mirando para el montante del tragaluz de su chiscón. Desde el ventanuco veía el tránsito del paisaje y el paisanaje pero únicamente los pies.

La fronda de los bosques de las pasiones humanas lo cercaban. Escribía encerrado a la luz de una vela  las noches largas, fumando su pipa y atiborrándose de café en su buhardilla de Paris. Cansado de luchar contra la epilepsia y las mermas de su gordura. En el rostro carilleno le crecieron papos y se le cayeron los párpados.

El amor fue para él tan sólo una experiencia narrativa.  Tampoco creía en la democracia porque la plebe es la fuerza del número y el mundo sólo circula bajo la égida de la elite y esta aristocracia del pensamiento se manifiesta en sus textos elegantes y armónicos.

La prosa tiene que tener según decía altas calidades musicales.

En una buena novela siempre tiene que haber música aunque describa el mal los bajos fondos, el desamor. Prosa de eufonía, la pluma bien cortada y el párrafo elegante, todo lo contraria de lo que se estila hoy. Las Fuerzas Disolventes aconsejan escribir zafio y desmañado.

¿Muerte de la literatura en los Twiter y los Pokemon? No se admiten estridencias cacofónicas. Kafka se alzó contra este sentimiento y creó la antinovela de la metamorfosis del ser humano transformado en cucaracha. Teología del holocausto.

Flaubert sin embargo adoraba la Idea porque únicamente la Idea es eterna. En el mar de las olas de las generaciones que vienen y van en flujos y reflujos que no cesan.

La religión, la política, las guerras son la gangrena que trata de destruir ese súmmum bonum que era para él la literatura libertaria. A la cual se dedicó con el entusiasmo de un verdadero sacerdocio. Murió exhausto de este trajín después de escribir millones de palabras y de emborronar y romper miles de cuartillas a los 58 años.

Gloria de Europa la prez de la dulce Francia cristiana y revolucionaria que atraviesa en este instante por malos instantes. Pero sólo nos salvarán la libertad y la palabra que para Flaubert ateo y descreído eran la voz de Dios. Bienaventurados sean los que como él se ufanan de no creer en Dios.

 Viernes, 29 de julio de 2016

EL ORDEN EPISCOPAL ESPAÑOL ANDA REVUELTO Y EL PAPA FRANCSCO ACTUA COMO UN DICTADOR BANANERO. EN PLAN HEREJE

 OBISPOS

 

Semanas atrás el obispo de Solsona joven y bien parecido, el más joven del orden episcopal español colgó la mitra y el báculo por estar enamorado de una novelista porno.

Yo no sé si monseñor Novella habría cumplido los 33 años que prescriben los cánones del Concilio de Trento para recibir la plenitud del sacerdocio.

Hubo un gran escándalo, yo no me di por escandalizado. Estas cosas pasan y seguirán pasando a lo largo de la historia de la Iglesia. En la edad media los obispos ostentaban después del rey y de la más alta nobleza máxima autoridad. Vivían en palacios administradas por una gran servidumbre semejante a una corte ducal, iban a la guerra y el acceso carnal a mujeres aunque no estuviera bien visto era cosa frecuente. El cardenal Mendoza el cardenal de España fue un día a Segovia acompañado por doce vástagos y se los presentó a la Reina Católica. Ésta al ver un plantel de donceles y de doncellas tan guapos exclamó: “Ya veo ya los bellos pecados del cardenal”. Tampoco solían celebrar misa todos los días, las escuchaban de sus capellanes. Empero, en las grandes solemnidades vestían casullas con fimbrias y orillos de oro, mitras de perlas preciosas, capas pluviales riquísimas, cáligas de seda y tunicelas de piel de cordero recental. Entraban en la catedral al son de trompetas clarines y timbales y un fámulo caudatario le sostenía la capa magna que medía cinco metros. Los enemigos de la Iglesia la atacan porque es augusta y magnificente como tiene que ser. Fue baluarte de la filocalía, rindió culto a la belleza y quiso que sus grandes templos fueran emporios de la armonía y un resquicio por el cual pudiera contemplarse la vida eterna del cielo, el premio de los elegidos. También los más hipócritas y envidiosas la achacan por la conducta disoluta de algunos de sus miembros pero es la naturaleza humana.

El báculo de plata y el anillo engastado de esmeraldas, símbolo de sus desposorios con la Iglesia. La misión del obispo era velar por la pureza de la fe. Etimológicamente “episcopein” voz griega que significa mirar alrededor. Pienso que el episcopado es un legado del imperio romano. Representaban al emperador los pretores. Y este es el cargo que obtienen los obispos tanto en la Ciudad Eterna como en Constantinopla. Entre los bizantinos la pompa litúrgica que los rodea es mayor pero luego viven mucho más pobremente. No podían usar armas a diferencia del Oeste. La autoridad en las diócesis católicas está sometida al Papa mientras los ortodoxos son auto céfalos en sus heptarquías dependientes de los patriarcas de cada nación Siria, Egipto, Georgia, Armenia, Serbia, Albania etc. a mi juicio, esto les ha permitido a los bizantinos preservar la pureza del cristianismo con más rigor que bajo la férula del papa romano. Ahora con las nuevas tendencias sinodales y las dichosas conferencias episcopales (agua va y allá será el penar y el crujir de dientes) los poderes de los obispos españoles se encuentran bajo la férula de Bergoglio el gran dictador. Se clausuran altares, cierran conventos, las parroquias se despueblan, merman las congregaciones, la liturgia está hecha una pena, y hay confusión y llanto entre nosotros. La Iglesia española se acaba.

Cunde el cesarismo. Francisco es un pequeño de Gaulle “L´Eglise c´est moi y Roma locuta causa finita. Hubo un tiempo en que el orden episcopal estuvo en entredicho predicado por ciertos herejes como Aelio en Bizancio o los presbiterianos y anabaptista de la reforma protestante. Lutero los suprimió pero los ingleses anglicanos los mantuvieron las cátedras de York y Cantorbery quedaron incólumes y son regidas por venerables pastores a día de hoy. Sería hermoso y deseable que los obispos pudieran volver a ser lo que eran antes y no cabezas de chorlito como Osorno y otros aláteres y si no son capaces que se aparten y no sean vulgares aduladores del Poder.

 

3-11-2021 

domingo, 12 de diciembre de 2021

 DONCASTER

DONCASTER The York University language project for which I was working in that Georgian-style house near Micklegate Gate across the River Ouse closed its doors. Those were the times in which England opened the doors to the world and the Labor government cherished a plan to teach different languages ​​(French, German, Italian, Spanish and Russian) in the secondary schools: Comprehensive Schools and Public Schools. I had a hard time because the dismissal letter arrived on May 21, 1970, the day after Helen was born. Thank God the head of the Department Mr. Rowlands was kind enough to speak with the Yorkshire county educational authorities, they recognized my university degree to teach at a secondary school in Doncaster, a town near Wilberfoss. They gave us a protected low-income state house (council house), we closed the Wilberfoss house, a bungalow that took me part of my salary. To save money I used to hitchhike to work. I had many adventures that I do not want to explain here but that enabled me to know the idiosyncrasies of the English of the North. Good people. I even assimilated his accent and friends told me if he was Irish because I could see the "brogue" vocalization that drags the r's, others that if he was Jewish because my locution was somewhat nasal like that of Hebrews. I was determined to stay and live in England forever and I became fluent in English almost like the natives themselves. The journalism bug kept biting me. I submitted several articles to The Guardian that were rejected and even wrote applications to place myself on the BBC in the Spanish Department. I did a good interview and I thought I had won the position but I also failed. Apparently the head of that section was a Catalan named Rafael Sala, a fervent Catalanist, and he must have smelled the Francoist stilts with which I have always gone around the world with my forehead held high. We built the house the few things we had and Suzanne, who had been happy in Wilberfoss in that chalet on the side of the highway almost under some power lines from the countryside, found it difficult to accommodate Doncaster working town she who came from a aristocratic London family. The coucil house had a back garden in front of a football field. Two floors up the kitchen the lounge and two bedrooms, a service with bathroom. The neighborhood a suburb of Doncaster was called Edenthorpe, which is something like the hill of Eden. I liked those people. Everyone helped me but I had communication difficulties. He taught the children songs and Christmas carols but one day he raised his index finger up, one of the smallest in the class, the son of a miner named Pailing, stood up and said to me: ─Why do I wanto to learn Spanish, Sir, if I go to be all my life in the pit? (Why the hell do I want to know Spanish, sir, if I'm going to spend my life downstairs in the gallery of the mine) That question from the intrepid and savvy Pailing disheartened me, ending my decision to be a benign teacher in any UK school. Those were the times of the "packet holidays" and many of my students' parents had spent vacation seasons on the Costa Brava, Mallorca and Benidorm, coinciding with the tourist boom. Otherwise, Suzanne began to feel the symptoms of a serious illness that would bring her to the operating table in no time: itching, hair loss, bulging eyes, a swollen neck, a swollen body. The disease had come. It was thyroid cancer. My God. One day when I got home from giving my classes, I found her crying on the couch and she told me something that tore me apart: ─You brought me bad luck. I was to blame for that disease. We had been through a drama before getting married. The church wedding had been called off and was done in Hounslow gamble. Poor Mr. Hugh, how nice and patient he was with me! He had to postpone the ceremony, the banquet expenses, everything. Her mother Mary Joseph suffered greatly. The reason for that unfortunate decision on my part was my mother who opposed like crazy. "You are going to marry an English whore." Work Mr. Hugh, a gentleman, a holy man. Now after more than fifty years I forgive the one who gave me being and I ask forgiveness from my father-in-law, but I do not forgive myself. I have to confess with verses from León Felipe "I will beg forgiveness from many people but I am incapable. All those who could forgive me are dead." I pick up from the Calepino what I wrote in my personal diary of washed-out promises, a cry in the dark that fills me with remorse: Juana Galindo Martín, my mother I will not praise your greatness as an implacable Castilian I will say nothing of your beauty You never get old for me You don't know anything about this love for Suzanne that penetrates me And you don't understand They are the strange ligaments of the flesh That

 

DONCASTER

 DONCASTER

 

El proyecto de lenguas de la Universidad de York para el cual yo trabajaba en aquella casona de estilo georgiano cercana a la puerta de Micklegate  pasado el río Ouse cerró sus puertas. Eran los tiempos en los cuales Inglaterra abría las puertas al mundo y el gobierno Laborista acariciaba un plan para enseñar diferentes idiomas (francés, alemán, italiano, español y ruso) en los institutos de segunda enseñanza: Comprehensive Schools y Public Schools.

Lo pasé mal pues la carta de despido llegó el 21 de mayo de 1970 al día siguiente del nacimiento de Helen. Gracias a Dios el jefe del Departamento Mr. Rowlands tuvo la bondad de hablar con las autoridades educativas del condado del Yorkshire, reconocieron mi título universitario para enseñar en un colegio de secundaria en Doncaster localidad cercana a Wilberfoss. Nos dieron una casa estatal (council house) protegida de renta baja, cerramos la de Wilberfoss un bungalow que me llevaba parte del salario. Para ahorrar dinero yo solía acudir al trabajo en autostop. Tuve muchas aventuras que no quiero explicar aquí pero que me facultaron a conocer la idiosincrasia de los ingleses del Norte. Buena gente. Hasta asimilé su acento y los amigos me decían si era irlandés pues se me notaba la vocalización "brogue" que arrastra las erres, otros que si era judío pues mi locución era algo nasal como la de los hebreos. Yo estaba decidido a quedarme a vivir en Inglaterra para siempre y llegué a dominar el inglés casi como los propios nativos. Seguía picándome el gusanillo del periodismo.

Envié varios artículos a The Guardian que fueron rechazados e incluso escribí aplicaciones para colocarme en la BBC en el Departamento de español. Hice una buena entrevista y yo creía haber ganado el puesto pero también suspendí. Por lo visto era jefe de aquella sección un catalán que se llamaba Rafael Sala ferviente catalanista y él debió de olerme los zancajos franquistas con los que he ido siempre por el mundo con la frente muy alta. Levantamos la casa los pocos enseres que teníamos y Suzanne que había sido feliz en Wilberfoss en aquel chalet al lado de la autopista casi debajo de unos cables de alta tensión desde se veía la campiña, encontró difícil acomodarse a Doncaster ciudad obrera ella que venía de una aristocrática familia londinense. La coucil house tenía un jardín trasero delante de un campo de fútbol. De dos pisos arriba la cocina el lounge y dos dormitorios un servicio con baño. El barrio un suburbio de Doncaster se llamaba Edenthorpe que viene a ser algo así como el collado del Eden. A mí me gustaba aquella gente. Todos me ayudaron pero yo tenía dificultades de comunicación. Les enseñaba a los niños canciones y villancicos pero un día alzó sui dedo índice en alto se levantó uno el más pequeñito de la clase hijo de un minero que se llamaba Pailing y me dijo:

Why do I wanto to learn spànish, Sir, if I go to be all my life in the pit(para qué demonios quiero saber yo español, señor, si me voy a pasar la vida abajo en la galería de la mina)

Aquella pregunta del intrépido y avispado Pailing me descorazonó acabando con mi decisión de ser un benigno teacher en cualquier escuela del Reino Unido. Eran los tiempos de las "packet holidays" y muchos de los padres de mis alumnos habían pasado temporadas vacacionales en la Costa Brava, Mallorca y Benidorm, coincidiendo con el boom turístico. Otrosí, Suzanne empezó a sentirme los síntomas de una enfermedad grave que la llevaría a la mesa de operaciones en poco tiempo: picores, perdida de pelo, ojos saltones, pescuezo inflamado, el cuerpo hinchado. Había llegado la enfermedad. Era un cáncer de tiroides. Dios mío. Un día al llegar de dar mis clases la encontré llorando en el sofá y me dijo algo que me destrozó interiormente:

─You brought me bad luck.

Yo era el culpable de aquella enfermedad. Habíamos pasado un drama antes de casarnos. La boda por la iglesia había sido suspendida y se hizo en el jugado de Hounslow. !Pobre Mr. Hugh qué bueno y qué paciente fue conmigo! Tuvo que aplazar la ceremonia,, los gastos del banquete, todo. Su madre Mary Joseph sufrió muchísimo. La razón de aquella desacertada decisión por mi parte la tuvo mi madre que se opuso como una loca. "Tú te vas a casar con una puta inglesa". Obre Mr. Hugh, un caballero, un santo varón. Ahora pasados mas de cincuenta años perdono a la que me dio el ser y pido perdón a mi suegro el pero a mío mismo no me perdono. He de confesar con versos de León Felipe "suplicaré perdón a mucha gente pero soy incapaz. Todos aquellos que me podrían perdonar están muertos". Recojo del calepino lo que escribía yo en mi dietario personal promesas deslavazadas, un grito en la oscuridad que me llena de remordimientos:

 

Juana Galindo Martín, mi madre

 

No alabaré tu grandeza de castellana implacable

Nada diré de tu hermosura

Para mí nunca envejeces

Ni nada sabes de este amor hacia Suzanne que me penetra

Y tú no comprendes

Son los extraños ligamentos de la carne

Que pocos entienden

Mi inmadurez mi locura de amor

Mis indecisiones

Segoviana altiva

De la estirpe del Cid

Que ignoras cuanto desconoces

Madre, yo solo puedo gritar mi rabia en estos versos

Nada diré contra ti

Pues te llevo dentro y fuera de mi carne

Porque sin hablar

Conocías mis pensamientos

Tú me pariste

Y me destruiste

Así lo quiso Dios

 

 

En mi llegada a Doncaster

 

Doncaster carbón y plomo

Los castilletes de la mina

Besados por la lluvia

Baena gente obrera

Señor, danos tiempo y gracia

Mientras esperamos

Las particiones del Amor

Esa herencia que dicen que nos legas

Ando por las calles de una ciudad desconocida

Que me acoge

Soy un refugiado

Acaso un judío errante

Portando en mis adentros

Las contradicciones y reparos

De un monólogo interior

Me paro a pensar mientras voy

Por Doncaster ligero de equipaje

Una hija nos ha nacido y mi mujer está enferma

Hay niños en el corro

Que esperan la redención del viento

El dulce soplo de los sueños

Jugando en los suburbios

¿Mañana qué serán?

Quien les dará pan

Quien les dará amor

Barrios de emigrantes

Suburbios de esta vieja ciudad romana

Cerca de la estación

El pitido de los trenes me despiertan en la noche

Vuelan los fantasmas a través de mi imaginación

Prorrumpen en carcajadas

Tienen rostros tiznados de carbón

Beben cerveza en Friday Night

Y llevan sobre las espaldas el peso del mundo

Son la fuerza motriz que mueve el movimiento

 

En Doncaster a 21 de julio de 1970

 

 

A los que se llaman como yo

 

Mi nombre es vulgar

Frondosa parra sin uvas

Miles de hombres que se llaman como

No los conozco

Estoy en el exilio

Alma herida de fracasos

Bebo en la fuente del silencio

Aguas turbias

Vivo donde río lloro muero y paso

No le importo a nadie

Pero nuestra esencia es universal

Todos reverberamos en la luz de un espejo

Universal

Yo solo soy piedra matorral y monte

Me llamo Parra y me gusta el vino

Vengo de la cepa del Rey David

Desgrano los dieces de un rosario de versos soñados

Que nadie escuchará

Vayamos con la música a otra parte

La barca navega sin rumbo

¿en qué bajío encallará?


viernes, 10 de diciembre de 2021

 

UNA NIÑA DE DOCE AÑOS POLITICAMENTE INCORRECTA Y QUE NO COMBAYÓ UN EJEMPLO PARA LA ESPAÑA DE HOY

 X DE DICIEMBRE SANTA EULALIA PATRONA DE LA ARCHIDIOCESIS DE OVIEDO 

No amaina el temporal, bajé a la playa cachava en mano, días breves y entrañables de santa Lucía las noches más largas que los días, vísperas del solsticio de invierno, fiestas de la luz a partir de mañana amanecerán un minuto antes y atardecerá otro después.  

Hoy es santa Eulalalia patrona de la catedral de Oviedo sus cenizas yacen en la Cámara Santa. En la hagiografía cristiana esta niña de doce años que le cantó las cuarenta al pretor emeritense Daciano que publicó un bando que prohibía el cristianismo obedeciendo las ordenes de Diocleciano, la persecución más implacable, o parece que tiene su aquel en los tiempos laicos que corren cuando subyace una persecución subliminal esto es sin sangre y sin gulags para los que quieran seguir las enseñanzas  del Evangelio. Mi primera parroquia fue la de Santa Eulalia segoviana donde se inicia el turco de la Catorcena y ahora he venido a dar con mis huesos a este hermoso rincón del principado.  

Aquí me lamo mis heridas y mis silencios. Son  alegres y esperanzados los años de senectud.  

Soy devoto de esta niña emeritense. Todo un paradigma en los tiempos que corren cuando muchos cristianos carecen del valor que ella tuvo de enfrentarse al poder a costa de su propia vida y derramó la sangre por  Jesús.  

Hoy la llamarían relacionista o políticamente incorrecta tal vez anti sistema. En fin nos dio ejemplo haciendo honor a su nombre que en griego significa hablar bien. Una niña se perdió camino de Santa Olalla, canta la copla, pero no se perdió, se encontró con Cristo al recibir la palma del martirio. 

En Oviedo su fiesta de primera clase se celebraba con gran solemnidad su fiesta el diez de diciembre o según el conteo del calendario latino el cuarto de las calendas de diciembre. Tengo en las manos un viejo libro de coro “Officia propia festorum Dioecesis oventesis” publicado por Ed. Regadera de Oviedo en 1871 y me entusiasmo con la traducción de los versos que le dedica el poeta Prudencio: 

Himno de Olaya 

De la Virgen cantemos la alabanza con reverencia 

La cual portando mil guirnaldas sobre la frente 

Dos palmas mereció ganar 

Con sangre derramada 

Y con ellas avanza apresurada a la morada del Padre 

No teme a la noche ni la empavorecen las tinieblas 

Antes de que la luz abra sobre las zarzas el orden celestial 

Entra con rápido andar la adolescente emérita 

Después de comparecer ante un funesto tribunal 

En su deposición declaró que los dioses son falsos 

Con dulces palabras el pretor de disuadirla trata 

Para ablandar el ánimo de la chiquilla 

Trata de animarla a ofrecer incienso a los dioses 

Para complacer al cesar 

Ella dice que eran falaces de Daciano las palabras 

No se ablanda tampoco a sus amenazas de encerrarla en una cueva 

Y de sumergirla en un río de aguas bravas 

El pretor presa de rabia  rechina los dientes 

Manda azotarla. Con todo y eso, la muchacha resiste  

Es más fuerte que el tormento 

Los garfios la esgarran pero la virgen contando las heridas abiertas en su carne se alegra y celebra el triunfo de Cristo 

Con voz sonora 

Manifiesta que hay dos tiaras inscritas  

En sangre donde campea el triunfo de Cristo máximo 

Daciano dominado por el furor 

Ordena que sus mamas sean bañadas en aceite hirviendo 

La joven aguanta impávida el dolor e los pechos quemados 

La mana estar de pie sobre un arroyo de aguas hirvientes 

Se quema su cuerpo 

Sin embargo sale la mártir indemne del tormento del plomo 

Y de las brasas 

Soportando sin vacilar el suplicio   

Al expirar los que estaban 

Allí vieron subir al cielo una paloma 

El cielo se iluminó con una luz resplacediente 

El verdugo al huir dejó el cuerpo desnudo 

La nieve caída del cielo cubrió su pudor 

Oh virgen que es la firme olumna de Mérida 

Protege benigna a los astures 

Que te refieran como patrona siempre 

Y tu fiesta celebramos con agrado 

Recibe Olalla nuestro voto 

Y ayúdanos 

Danos tiempos de paz 

Para que podamos siempre cantar tus versos 

Deo Patria sit gloria in sempiterna saecula  

Amen 

Prudencio el cantor de los mártires hispanos 

El cuerpo de santa Eulalia fue trasladado a Oviedo por los cristianos mozárabes cuando el musulmán invadió la península pues como dice Mío Cid “Tomaron sus cuerpos todos los que ovieron y fueron castilla e ansí la defendieron”.  

Su culto fue extendido en toda la edad media hasta el siglo XI. San Agustín hace un panegirice de la virtud de esta “puella” que a los doce años prefirió morir antes que renunciar a su fe. Que ella proteja a los asturianos y extremeños pues en Mérida es muy venerada tiene una capilla ardiente. Su padre era un veterano de las legiones romanas que regentaba una quinta o cortijo en Porcejana en la Bética a treinta pasos de Emerita Augusto. Tuvo otra hina Julia que también fue mártir pero de ella no hablan los menologios.   

jueves, 9 de diciembre de 2021

 Cartas a ILLIBATUS GALLUS IN LUTETIA

(1)

Amice: recibo tu carta cibernética en la tarde lluviosa de la Inmaculada que ya no se celebra con la contundencia de antaño pero yo sigo proclamando y en mis trece aquella secuencia “Beatus venter qui te portavit et ubera quae tu suxisti que gritó aquella mujer del pueblo al ver a Jesús, exaltada de las turbas que seguían al Galileo con un rotundo viva la madre que te parió en latín no sé cuál será la traducción en hebreo. En mi adolescencia eran días entrañables vísperas de navidad por santa Lucía cuando las noches alargan más que los días previos a la navidad.

 Por estas fechas parece que el mundo da vueltas más deprisa. Por eso los romanos que eran sumamente inteligentes para estas cosas de las estaciones y de la fuerza Telúrica que emana de la tierra instituyeron las saturnales las fiestas al dios oscuro el de la boca grande el que abre la puerta de los infiernos deja para a los que arriban embarcados en la barca de Aqueronte en la laguna Estigia los deja caer y no vuelve a abrir la puerta jamás. Es lo que son las navidades un vestigio de aquellos saturnales romanos al dios oscuro al que se trataba de aplacar con luces y sombras.

Tu misiva me complació pues cuentas cosas que me llegan al alma de la mili. Sobre tus tiempos en la IPS en el campamento de Robledo (días atrás subí a este blog cómo han quedado las instalaciones del Cristo del Llano Amarillo que aparece desjarretado, despernado, un brazo colgante de la cruz, y resistente al paso del tiempo, la capilla donde se celebraban misas de campañas comida por las zarzas y el Llano Amarillo antemural  de las estribaciones de Navacerrrada y de Balsain  residencia de verano de Felipe II convertido en un erial.)

 Otrosí, reflejé en fotografías el regimiento de mi padre Medina del Campo el 13 Ligero que llamaban el de los arcabuceros y que operó en Flandes creo que en la batalla de Namur.

 Estos gobiernos y los anteriores fomentaron una política de desarme, vendieron los cuarteles, por ejemplo el mío de Getafe es ahora sede universitaria y el 41 de Artillería fue derruido (palpita en todo esto una saña del vencido que se ha hecho vencedor que no entiendo). 

Pues sí tú alcanzaste los galones de sargento Y YO NO SOY MÁS QUE UN HUMILDE CABO GUARDIA. 

Tejes manejes y comidillas cuarteleras te vedaron la estrella de oficial pero tú para mí eres todo un teniente y yo un cabo puertas, sosrdenes. Esas rencillas de las que me hablas son muy propias de españoles y las hubo también en el ejército.

Aquel ejercito que tú y yo conocimos y estaba dando los últimos aguadillas. Como te digo cumplí yo el servicio militar en el 13 ligero de Getafe.

Fue un regimiento que estuvo con los rojos y eso se notaba en el mando. Mi padre que venía del 41 de Segovia cuando ascendió a teniente notó la diferencia pobrecillo pues la disciplina en Segovia era estricta y en Getafe menudeaba la corrupción.

 Mi padre me hizo cabo y sólo chupé tres o cuatro guardias pues por estudiante estuve rebajado de servicio. Pese a sus mermas ¡qué grande era el ejército español, escuela de hombres honrados! Muchos españoles añoran ahora la mili que era un vínculo de unión entre las distintas regiones de nuestra patria.

Pero acabó con ella Aznar, cuidado, cuidado con ese cabrón, fatua, enano, más feo que Picio, y tan resabiado  hijolagranputa a las órdenes de la masonería y de los norteamericanos.

A mí me gustaba eso de mandar a los soldados las pocas veces que estuve de reten recorrer las garitas y preguntar la contraseña para ver si el centinela se había dormido y el grito de cabo guardia cuando se acercaba alguien a la puerta. Yo me sentía casi un general con mando en plaza como si la suerte de mi patria dependerá de mi, Y METICULOSAMENTE indagaba los pases de pernocta.

Una vez tuve en una imaginaria que vigilar a un capitán que estaba en el cala así llamábamos al calabozo. ¿Qué ha hecho ese, papá? Pregunté a mi difunto padre.

─ Ese es un rojo perdido, Antoñito. Se puso a cantar la jota de la Dolores en medio de un pase revista porque era de Calatayud aragonés y cabezón y decir mueras a Franco menos mal que estaba borracho. Si no, un castillo.

─Jodó petaca

Creo que Manglano se lo llevó y lo ascendió a comandante de Estado Mayor. Todo un personaje aquel Manglano un espía inicuo, hozaba entre la mierda con su belfo de jabalí al igual que el Guti y por cierto Gutiérrez Mellado fue teniente artillero en el Trece Ligero se unió a la República y luego se pasó.

Por lo que pude colegir entonces había dos clases de militares en el ejercito los africanos el ejercito purifica y los de oficinas militares y los del estado mayor con un ojo siempre mirando para el escalafón las dietas, las masitas, los destinos. 

Había militares de vocación mi padre por ejemplo y militares de función, meros funcionarios. Así y todo yo siempre amé al ejército. Con sus virtudes y defectos, sus logros y sus fracasos.

Desde niño viví en casas militares una casitas que construyeron los de Regiones Devastadas con cocina de leña tres habitaciones comedor, un baño lo que era un lujo en aquellos tiempos y un corral con cochiqueray todo para el marrano, gallinero (mi madre las metía el dedo en el culo a las pitas para ver si ponían al día siguiente) . 

Nunca faltaba el chusco que traía papá del cuartel ni las patatas y la leche de mayorías suministrada por el machacante.

El ejército no sólo nos dio de comer, nos instruyó, nos formó, nos aprendió a querer una patria en paz y mejor. 

Al suprimir el ejército y convertirlo en una oenje como quiere Mary Oaks se ha desmedulado la columna vertebral de las Españas.

Me enfureció que Margarita la de los papos caídos ex jueza y funcionaria de postín con todas las oposiciones ganadas Número Uno y que mide poco más de metro y medio y cuando habla con su voz de pito con voz tan poco castrense parece estar comiendo sopas me borrara de la lista de los veteranos juranderos de la bandera en Segovia el día de Santa Bárbara. Pero estamos indefensos y a merced del enemigo.

Bueno, Illibatus Gallus, amice, me despido, recuerdos a la torre Eifel y al niño meón de Bergidium.

Terminaré diciendo que el apodo de ILLIBATUS (quiere decir íntegro insobornable) te cuadra y gallo pues aparte de vivir en la dulce Lutetia eres todo un gallo de pelea. Espero todos tus quiquiriquíes

SALUTEM PLURIMAM

lunes, 29 de noviembre de 2021

 

MADRID ¿VUELVE A SER ROJO Y FEUDATARIO DE LA CHEKA? HE AQUÍ UN CUENTO QUE PARECE REAL ES LA HISTORIA DEL PADRE ALEJO

 LA CRUCIFIXIÓN DEL P. ALEJO EN BLACK FRIDAY

 

Era epiléptico como Dostoievski. Llevaba con resignación esta enfermedad que llaman gota coral, enfermedad de dioses y escritores. Que según Tácito a Cesar Augusto le afligía lo cual no le impidió pasar el Rubicón pero tomaba otras pastillas para otras aflicciones (prostatitis, arritmia, retención de líquidos, depresiones y neuralgias, cáncer de piel que le provocaba comezón insoportables en la región del perineo y los testículos y un corazón dilatado) total que estaba hecho un cristo, pero como decían en el Tercio los legionarios veteranos a los cuales asistió como capellán:

— Siete tiros en el cuerpo, mi teniente y avanzando — clamaban aquellos novios de la muerte los que, aun copados, jamás se rendían.

Su estancia en la Legión reafirmó su fe en Cristo y en su Patria, pero le gustaba el vino y las cantineras. También aumentó su veneración a Franco.

De remate tuvo que colgar la sotana cuando vinieron las nuevas normas del post concilio por su afición a las faldas y sus discrepancias teológicas con el obispo.

Vivía en un zaquizamí de la calle Leganitos con una imagen de Franco a la cabecera de la cama y una estampa de la Virgen del Pilar. Aquella tarde no sabía don Alejo Black Friday en honor de Frankistein se iba a convertir en un Viernes Santo. Salió a la calle, estaba aburrido.

La radio no paraba de repetir las estadísticas de los muertos por la peste y las faces de Internet un patio de monipodio en el cual toda la alcahuetería más  aburrida y venal tenía asiento.

La comezón de la enfermedad de su piel hacía estragos en su perineo y no hacía más que rascarse. Volaban mariposas negras sobre el cuarto aleteando palabras de los diablos cojuelos “satanás tiene muermo, el diablo ladillas, lucifer liendre. muermo, liendre y ladillas su mujer se las quita con tenacillas.

Cuando arreciaban tales dolencias acudía al gin tonic. no podríamos llamarle al ex capellán soldado borracho. únicamente bebedor intermitente afectado de gota coral aunque hacía largos años que no le visitaba su epilepsia. Aquella tarde del Viernes Negro le pesaban los recuerdos.

Comenzó a leer un libro de Gogol que al poco rato arrojó de sí porque la novela traía en la portada una imagen inquietante que le miraba con ojos diabólicos. Musitó la plegaria del Arcángel Miguel pero seguía mirándole fijamente el Pateta en zapatillas. Había llegado a pensar que aquella finca próxima a una comisaría estaba poseída y por la noche no dejaban de sonar las sirenas de los coches celulares y las voces de pobres ciudadanos que habían sido victimas de los carteristas.

Una frase no menos descorazonadora traía como epígrafe dedicatorio a los que empinan el codo la   novela de Gogol:

— “Dios perdonará eternamente a los borrachos pero los hombres no”.

Se refería a él y a su condición de epileptico y beodo. Se lanzó a la calle huyendo de sí mismo y de su obsesión de derrotado en la vida. Anduvo vagando por las calles alrededor de la Puerta del Sol entrando y saliendo de las viejas tascas que estaban iluminadas y llenas de bullicio en sus años mozos y ahora aparecían apagadas. Erifos el dios siniestro dando recias voces le llamaba. Había que terminar con aquella comezón que llenaba sus poros de desaliento y era peor que el dolor.  Se entretanto tomó varios gin-tonics peregrinando por los tugurios. Le dejó al principio de picar en sus partes al pobre viejo. Tal vez supuso que el remedio fuera peor que la enfermedad. España nunca perdona a los borrachos. Son más aborrecidos que las putas y que los borrachos. Pensó en Dylan Thomas que murió del etílico en el Lowery de Nueva York.

Aquel poeta galés uno de los mejores de la literatura británica siempre llevaría tal estigma. “Yo no, se dijo, yo soy epiléptico.

Un buen traguillo es el anestésico mejor contra el dolor” Tratándose de justificarse. Cerca de Moncloa por efectos del sus seis consumiciones de ginebra o a causa de las pastillas le vino una de sus crisis epilépticas, perdió el conocimiento y despertó en la cama de urgencias del Jimenez Diaz. Estaba maneado de pies y manos como las acémilas a los que el amo ata las patas para evitar vayan a comer el trigo de la otra cerca.

Rodeado de unos camilleros con caras de esbirros, le pareció escuchar voces y carcajadas. ¿Eran los diablos?

No se podía mover pero uno de los enfermeros le apretaba el cuello, vio en sus ojos intenciones homicidas pero misteriosamente dejó de apretar aterrorizado por la cruz de los Ángeles que llevaba al cuello. Un minuto más y hubiera muerto ahogado. Otro dijo:

—Ahora tiene miedo.

Eran cinco o seis personajes en bata blanca. El de su izquierda que debía de ser el médico de guardia ordenó a una enfermera de porte siniestro con una caballera despeluzada sus cabellos eran las serpientes de la cabeza de Medusa ordenó:

—Pínchele y que venga Franco a rescatarlo con José Antonio y toda la Falange.

Sintió un dolor muy fuerte en la tripa. ¿Le habían puesto una inyección letal, era aquella camilla de urgencias sucursal del corredor de la muerte?

El padre Alejo no podía creer lo que pasaba. ¿Por qué lo torturaban?

A medida que fue recobrando el conocimiento empezó a dar voces:

—Socorro... ayuda. Quítenme estos grilletes.

Una de la pihuela que aprisionaba el tobillo donde estaba su carne atormentaba por varices le dolía muchísimo. Después de muchas voces acudió el enfermero que casi lo ahoga durante su intervención:

—Cállate fascista, nazi.

—¿Yo?

—Si tú

—Yo soy un judío converso que cree en Jesucristo

—Sí, sí. De Guadalajara

—No. De Segovia, señor.

Y desapareció el gañán.

Alejo tenía mucha sed y dijo “sitio” (me muero de sed) como El Señor en la crucifixión. Los dolores eran tan fuertes que pensó que le estaban administrando los rigores del Gólgota. Los peor de todo era el escarnio y la mofa de los esbirros. Sólo encontró cierta humanidad en unos de los guardias de seguridad que vino aflojarle uno de los grilletes que le estaban estrangulando la muñeca.

A medida que avanzaba la noche en medio de los salivazos y carcajadas de aquellos vigoleros con bata de sanitarios empezó a comprender lo que le había pasado. En medio del delirio al perder el conocimiento empezó a gritar vivas a Franco y Arriba España y trató de desasirse de sus verdugos que eran de diferentes ideas políticas. Desde el médico de guardia al último camillero todos socialistas, de Podemos o del Partido Comunista. A la doña con el pelo alborotado la había llamado puta cuando lo amarraba y eso infringía todas las normas constitucionales. Podía costarle un año de carcel. Pero si yo no hice nada seguía pensando el buen sacerdote mientras apretaba la cruz que llevaba al cuello con la barbilla. Besarla no podía. Tenía las manos atadas.

—Este hospital es un gulag un campo de exterminio— volvió a clamar.

Regresó el siniestro gañán de la Alcarria y con una fusta le crujió de palos. Cayó en un sopor y rezó de memoria la Recomendación del alma. Avanzada la madrugada entró la gran jefa de la institución con malas noticias:

Va VD a ser denunciado a la justicia por violencia de género. Agredir a un sanitario es como agredir a un representante de la autoridad.

—Señora yo a esa mujer no la conozco de nada. Sólo traté de evitar que me pusiese esa inyección en la barriga y en en el forcejeo pude soltar alguna inconveniencia aunque no me acuerdo de nada. ¿Son cristianos ustedes?

 —No

El padre Alejo le miró con ojos compasivos casi entre lágrimas. Y esto debió conmoverla porque ordenó a Seguridad que lo desmanearan.

—Denúncienme, llévenme a la cárcel pero no me maltraten, quiero volverme a mi casa,  yo los perdono. Maltratar a un pobre ex cura viejo y franquista que no valen para nada no es una obra de misericordia.

Al punto la médica le dio a firmar un papel, se vistió pues todas las noches había permanecido desnudo sin siquiera con el paño de pudores como el de los crucifijos. Se había meado en la cama al negarse el esbirro de Guadalajara a servirle el sillico.

Firmada el alta acompañado por uno de los securatas que a él le recordaba al Cireneo—fue la única persona que mostró cierta compasión humanitaria— abandono aquel lecho de Procusto que había sido su cruz en aquella noche del Black Friday cuando las gentes acuden a las tiendas a comprar y a tirar la casa por la ventana imbuidos del vendaval del consumismo y la publicidad, le acompañó hasta la puerta del hospital.

Ya había amanecido cuando regresó a su tabuco juntó las manos el ex sacerdote y se puso a rezar. En alguna iglesia del viejo Madrid sonaban campanas de Resurrección.

 

30 de noviembre 2021 Dia de San Andrés